Cuidados para un pecho firme y bonito

El busto es uno de los grandes atractivos femeninos, y a la vez es una de las zonas más sensibles. Con los embarazos y la edad pierde firmeza y tono muscular, por lo que requiere atención en su cuidado.


En nuestros días contamos con diferentes técnicas de cirugía y todo tipo de tratamientos estéticos para realzar la belleza del pecho femenino, pero no es imprescindible recurrir a ellos para lucir un escote bonito y saludable si nos ocupamos de prevenir y atenuar las huellas que en él dejan el paso del tiempo, los embarazos, los cambios hormonales y las subidas y/o bajadas de peso. Lo lograrás con unos cuidados muy sencillos.

La hidratación es lo primero

Los expertos aconsejan el uso de cremas específicas para el cuidado del área del busto con efecto hidratante y tensor, que mejoran la circulación periférica y estimulan el fortalecimiento de las fibras de la piel. Este hábito es especialmente importante en torno a los cincuenta años –antes, durante y después de la menopausia– al ser esta una etapa de la vida de la mujer en la que los cambios hormonales hacen que la piel se vuelva más fina, menos elástica y con mayor tendencia a la sequedad. Recuerda que:

  • El estado de la piel mejora visiblemente si la crema se aplica dos veces  al día, después de la ducha y antes de acostarse.<
  • Es importante aplicarla realizando un suave masaje desde el esternón hacia el exterior del pecho, pasando por debajo de cada mama.

  • En la zona del escote y el cuello, traza movimientos ascendentes con ambas manos para favorecer la circulación sanguínea. 

Cambios de peso

Las mamas son importantes reservas de grasa del cuerpo, por lo que es normal que el volumen del pecho de la mujer aumente si se sube de peso, o bien que disminuya si se adelgaza. Por eso, si estos cambios de peso se producen de manera brusca, como sucede cuando se hace una dieta de adelgazamiento demasiado estricta, uno de los signos más evidentes va a ser una disminución de la firmeza del busto, además de una reducción de su talla. Una alimentación demasiado restrictiva puede suponer además la falta de algunos nutrientes imprescindibles para la piel.

Por tanto, también para lucir un pecho bonito, lo mejor es llevar una dieta equilibrada en la que tengan cabida todo tipo de alimentos sanos: carnes magras, pescado, fruta, verdura, cereales, legumbres… Y si es importante hidratar la piel por fuera, también los es beber al menos un litro y medio de líquido al día, preferentemente agua, para hidratarla adecuadamente también por dentro.

Ejercicio de pectorales

La glándula mamaria, compuesta sobre todo por tejido adiposo, no puede ejercitarse, pero sí los músculos que la sostienen, los pectorales.

Si están bien tonificados, esto influye también en el aspecto del busto. Esta zona se puede ejercitar con sencillos ejercicios que se pueden realizar en casa, con pesas o sin ellas, o bien en el gimnasio con máquinas específicas.

Más secretos para un escote 10

  • SUJETADOR ADECUADO: Usa un sujetador de tu talla, con el que te sientas totalmente cómoda. No debe quedar muy apretado ni demasiado suelto. Si tiene aros, estos deben reposar sobre el tórax. Los tirantes tienen que ser elásticos y regulables. Para practicar deporte, puedes usar un sujetador con refuerzo especial.

  • PROTÉGETE DEL SOL: Protege siempre tu pecho de los rayos del sol, aplicando crema fotoprotectora de factor alto o muy alto.

  • POSTURA ERGUIDA: Pon la espalda recta y saca pecho. Mantener una postura encorvada favorece la caída del pecho y, lo que es peor, la curvatura de la espalda.

  • ACTIVA TU CIRCULACIÓN: Acaba la ducha con agua templada –tirando a fría– para activar la circulación sanguínea del pecho.

EMBARAZO SIN ESTRÍAS

Los embarazos afectan de manera especial al pecho, ya que este aumenta considerablemente de tamaño, obligando a la piel a estirarse. La piel sufre una rotura de las fibras de colágeno y elastina, que son los responsables de su elasticidad y resistencia: aparecen las temidas estrías, que además de en el pecho pueden hacerse visibles en el abdomen, en la cintura, en los muslos y en la región lumbar. Para evitarlas es conveniente aplicarse una crema hidratante de acción reafirmante a diario, por la mañana y por la noche.

También la lactancia y la pérdida de peso tras el parto repercuten en el busto. Solo si se cuida con constancia se puede evitar su caída, flacidez y envejecimiento prematuro.

 

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