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Las vacaciones de verano suponen una ruptura de las rutinas cotidianas: te levantas y te acuestas más tarde, comes a diferentes horas (y no siempre comida 'sana'), haces menos ejercicio… Todo eso desajusta tu organismo y provoca que te sea más difícil ir al baño. Eso es el estreñimiento, una alteración del intestino que consiste en una excesiva retención de agua en el intestino grueso con el consiguiente endurecimiento de las heces, lo que dificulta su expulsión. Si lo padeces, identifica las causas y nosotros te damos la solución:
Si comes “diferente” …
En vacaciones, al cambiar de lugar también cambias tu forma de comer: abandonas tu comida habitual por la de los restaurantes o por otra más fácil de llevar en las excursiones, como los bocadillos. Todo esto se traduce en una disminución del consumo diario de fibra.
¿Cómo solucionarlo? Aumenta tu ingesta diaria de frutas y verduras, así como de legumbres. Si consigues llegar a la cantidad recomendada –de 25 o 30 gramos de fibra diaria– favorecerás el tránsito intestinal.
Si haces menos ejercicio…
Las vacaciones invitan a hacer un descanso total de la rutina, limitando o, incluso, dejando la actividad física hasta la vuelta. Sin embargo, un cuerpo acostumbrado al ejercicio se resiente, provocando un descenso del ritmo de los movimientos peristálticos del tubo digestivo, lo que favorece el estreñimiento.
¿Cómo solucionarlo? Busca las horas de menos calor y plantéate los paseos como una práctica deportiva, prolongándolos lo suficiente, o encuentra el momento para nadar durante el tiempo necesario para ejercitarte.
Si no te hidratas bien…
En verano pierdes mucho líquido porque sudas más. Además, reduces el consumo de agua y aumentas el de refrescos con azúcar y el de alcohol, bebidas que no hidratan correctamente y que empeoran la situación, ya que las bebidas alcohólicas afectan a la motilidad intestinal.
¿Cómo solucionarlo? Sustituye los refrescos con azúcar y cafeína por agua o por zumos naturales, y reduce al mínimo el consumo de alcohol.
Cómo aliviarlo si ya ha aparecido
- Bebe más agua. Te ayudará a mejorar el tránsito intestinal y a mantenerte hidratada.
- Reduce el consumo de grasas saturadas. Toma menos carne y más pescado. Evita también los alimentos fritos y los grasos.
- Mantén un horario fijo de comidas. De esa forma ayudarás a tu organismo a tener un horario "fijo" también para ir al baño.
- No uses laxantes. Al menos, sin prescripción médica. Es un grave error.
- ¿Y si nada funciona? Recurre a remedios caseros como tomar aceite de oliva o agua en ayunas, o preparar infusiones con semillas de lino, salvado de avena, sábila…
¿Cuándo es peligroso?
En ocasiones, el estreñimiento puede provocar hemorroides y hasta fisuras anales. Para aliviarlas, mantén la zona siempre limpia y sécala bien. Y si persisten, consulta a tu médico o farmacéutico.