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Parece ser que en el Antiguo Egipto, Cleopatra y otros faraones ya utilizaban el azafrán como esencia aromática, mientras que en la Grecia Clásica la usaban como remedio contra el insomnio y los efectos del vino. Hoy, esta especia es una de las más valoradas por el agradable sabor y el color que da a las comidas, pero también por sus efectos positivos para la salud.
Una infusión muy sana
Las infusiones de azafrán se pueden tomar antes o después de las comidas, según lo que se quiera conseguir. Si no tienes ganas de comer, puedes preparar te un taza de briznas de azafrán antes de sentarte a la mesa para que te abra el apetito. Si necesitas mejorar tus digestiones, tómate -la en la sobremesa.
Estigma de la felicidad
Existen estudios que aseguran que el azafrán puede ser eficaz para el tratamiento de la depresión y la ansiedad. Un grupo de investigadores de la Universidad de Ciencias Médicas de Teherán (Irán) ha realizado un trabajo en el que se presentan las propiedades que tiene esta especia para reducir los cambios leves o moderados de humor, la irritabilidad, la euforia, la tristeza o la melancolía, así como otros estados de ánimo y alteraciones del sueño. A raíz de este descubrimiento, las compañías farmacéuticas utilizan ya el azafrán en la elaboración de productos con acción terapéutica para combatir estos trastornos.
Despierta el apetito y cuida el corazón
Entre las propiedades que se atribuyen al azafrán destaca sobre todo su carácter tónico, como estimulante del apetito. Asimismo, favorece los procesos digestivos, facilita la expulsión de gases acumulados y elimina la obstrucción del hígado.
Para las personas con problemas cardiovasculares y de hipertensión, el azafrán también puede ser un buen aliado. Como el azafrán realza el sabor de los alimentos, resulta una alternativa muy saludable a la sal. Además, podría ayudar a reducir el colesterol y, como apacigua los nervios, ayuda a que el corazón se mantenga en las mejores condiciones.
En ginecología se recomienda en caso de menstruaciones dolorosas.
Al azafrán se le suponen propiedades medicinales.
Su extracto se utiliza, por ejemplo, para la obtención de preparados oftalmológicos.
Sin embargo, sus beneficios para la salud van más allá.