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¿Qué es?
El sistema inmunológico es un complejo mecanismo de defensas que nos protege de infecciones, del cáncer, de padecer alergias y de desarrollar enfermedades inflamatorias o autoinmunes. Lo tenemos localizado por todo el cuerpo, principalmente en la sangre, en los vasos linfáticos y en los órganos linfoides (los ganglios, el bazo, la médula ósea y el timo).
¿Cómo podemos fortalecerlo?
Como explica el doctor Javier Corbone Campoverde, jefe de la Unidad de Inmunología de la Clínica Santa Elena de Madrid, "con una dieta equilibrada, cumpliendo nuestros controles médicos de rutina, con el ejercicio físico bien programado, evitando hábitos nocivos como el tabaco y el alcohol, evitando el estrés y disfrutando de nuestras vacaciones de manera sana, podemos contribuir a que se encuentre más sano".
¿Cuándo sospechar que estamos bajos de defensas?
Si tienes infecciones que se repiten una y otra vez o una de ellas ha provocado tu ingreso hospitalario o necesitar terapia intravenosa antimicrobiana, si padeces diarreas crónicas, bronquiectasias sin otra enfermedad que las explique, o cuentas con un familiar que ha sido diagnosticado con una inmunodeficiencia, quizá estés bajo defensas. Todos estos síntomas son peligrosos y no debes dejarlos pasar por alto.
Nutrientes que ayudan:
- Legumbres: Son perfectas para fortalecer el sistema inmune gracias a su gran aporte de hierro, zinc y selenio. Además, contienen vitamina B6, que ayuda a combatir infecciones.
- Arándanos y rábanos: Son perfectos para evitar infecciones urinarias y cistitis, problemas muy habituales en la salud de la mujer.
- Vegetales: Son ricos en vitaminas, antioxidantes y ácido fólico. Las espinacas, el brócoli y las zanahorias son especialmente recomendables. Las setas y champiñones aportan potasio, hierro, vitaminas del grupo B y vitamina E.
- Cítricos: Según un artículo de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., los resfriados de la gente que consume vitamina C regularmente pueden durar menos tiempo y sus síntomas ser menos severos.
- Frutos secos: Aportan vitamina E, fundamental para mantener el buen funcionamiento de nuestras defensas. Las nueces, por ejemplo, ayudan a bajar el colesterol.
¿Por qué es bueno el deporte?
Un ejercicio físico bien programado ayuda a que las defensas estén sanas. Por ejemplo, el deporte moderado facilita controlar los niveles de glucosa y colesterol que en exceso pueden afectar negativamente a nuestro sistema inmunológico. Además, se sabe que el deporte reduce el estrés, un factor muy negativo para las defensas.
¿Qué son las enfermedades autoinmunes?
En ellas el sistema inmunitario reconoce por error una parte del cuerpo como si fuera extraña y la ataca causando daño. Pueden afectar a distintos órganos provocando enfermedades reumáticas (si afectan a las articulaciones), renales (riñón), neurológicas (al cerebro)... En todas ellas, su diagnóstico temprano es muy importante.
Chequeos médicos
En un análisis de sangre rutinario podrás controlar que tus niveles de leucocitos, neutrófilos, monocitos y linfocitos son los correctos. Todas ellos son células que forman parte de nuestro sistema de defensas. Otros componentes debes pedirlos específicamente a tu médico: los niveles de inmunoglobulinas (anticuerpos), factores de complemento o la evaluación funcional o genética del sistema.
JAVIER CARBONE CAMPOVERDE
Jefe de la Unidad de Inmunología en la Clínica Santa Elena de Madrid y miembro de Top Doctors.
"Tener bien los niveles de vitamina D fortalece nuestro sistema inmune. También seguir una dieta mediterránea equilibrada controlando nuestra glucosa y el colesterol".