SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
Mantener una buena salud bucodental es importante para evitar patologías orales y enfermedades como el cáncer o la diabetes. La asociación de dentistas y clínicas dentales COE nos explica la estrecha relación entre la alimentación y ciertas complicaciones en la salud.
Menos azúcar
Según la OMS, el consumo diario de azúcar en la población adulta no debe superar el 5% de las calorías ingeridas, aproximadamente, unos 50g diarios. Sin embargo, en países como España esta cifra se dispara hasta un 16% del total de aportación de calorías diarias. La ingesta abusiva de azúcar, sobre todo refinada, favorece la aparición de enfermedades con graves perjuicios para la salud como la diabetes.
En el caso de la salud bucodental, el azúcar incrementa el riesgo de sufrir, entre otras patologías, caries dental. La caries es la enfermedad oral más común y afecta al 95% de la población adulta española. Los azúcares presentes en refrescos, zumos o alimentos procesados alimentan las bacterias que se encuentran en la cavidad oral, favoreciendo su proliferación y produciendo ácidos que dañan el esmalte dental.
Dieta equilibrada
Además de controlar el consumo de azúcar, es necesario seguir una alimentación equilibrada rica en vitaminas y minerales. Una dieta rica en frutas y verduras ayuda a fortalecer el tejido periodontal que será más resistente a agresiones externas o infecciones.
La periodontitis es la principal causa de pérdida dental y entre el 60 y el 80% de la población adulta la sufre. Pero se puede evitar o frenar su avance consumiendo la cantidad apropiada de vitaminas y con una correcta rutina de higiene bucodental.
Atento al reloj
Tan importante es la elección de los alimentos en una dieta como el momento del día en el que se ingieren. En las comidas principales se produce una mayor cantidad de saliva, que ayuda a mantener el pH de la boca y neutralizar los ácidos de la comida. Sin embargo, entre horas es más habitual el picoteo y el descuido de la higiene oral, lo que favorece la proliferación de bacterias. Ingerir agua y no bebidas azucaradas ayuda a prevenir la aparición de patologías orales. Beber dos litros de agua mantiene hidratado el organismo, lo que favorece la regeneración de los tejidos blandos, como las encías. ¡Y no descuides la higiene! Cepíllate después de cada comida y utiliza hilo dental y colutorio.