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Una buena digestión es la que no notamos. Y cuando no es así, el malestar digestivo puede arruinarnos la tarde. Pero, ¿qué nos provoca una mala digestión? Para empezar, hemos de determinar si nos sucede de forma puntual, tras una copiosa comida, o habitual. En el primero de los casos, la causa más probable de la mala digestión es la ingesta de alimentos pesados y bebidas alcohólicas, carbonatadas o edulcoradas en exceso. Es lo que normalmente llamamos 'atracón', y es más frecuente con la edad. Pero si es algo habitual, tras descartar intolerancias alimentarias, las causas son tan diversas como una situación de estrés, un embarazo o la toma de ciertos medicamentos. Pero las digestiones pesadas se pueden evitar, o a al menos reducir, siguiendo estas pautas:
- Qué comer. Calcula bien la cantidad de comida que ingieres y evita los alimentos demasiado grasos y los que sabes que te sientan mal. Incluye en tu dieta alimentos con alta cantidad de fibra y bebe agua suficiente en la comida para que esta sea más fácil de digerir y mejore el tránsito intestinal. Esto es especialmente recomendable para las embarazadas y las personas mayores, que sufren estreñimiento de forma más habitual.
- Cómo comer. La digestión comienza en la boca. Mastica lentamente los alimentos para que cuando lleguen al estómago este los descomponga más fácilmente. Come despacio y con pausas para dar tiempo al estómago a recibir y digerir con tiempo suficiente.
- Utiliza una ayuda “extra”.
Hierbas y especias. Las puedes tomar en cápsulas o tisanas después de la comida para evitar las digestiones pesadas. Las más frecuentes son hinojo, anís, manzanilla, menta, regaliz, perejil, coriandro, comino, cúrcuma, jengibre, alcachofa, achicoria, aloe vera, cardo mariano y semillas de lino.
Las enzimas digestivas. Aceleran la digestión y evitan la hinchazón estomacal. Se pueden adquirir en farmacias y tiendas de dietética en cápsulas. La papaya y la piña también las contienen.
Carbón activo o carbón vegetal. Absorbe los gases que produce la fermentación o mala digestión de algunos alimentos y estimula el tránsito intestinal, por lo que mejoran el estreñimiento.
Prebióticos y probióticos. Mejoran la digestión porque ayudan a desarrollar la flora intestinal y las enzimas digestivas. Las podemos incluir en forma de cápsulas o en alimentos como el yogur, que favorece el desarrollo de la flora intestinal.
Para evitar la pesadez… APÚNTATE A LAS BUENAS COSTUMBRES
Cuando sabes que vas a tener una comida más copiosa de lo habitual, evita tomarte un desayuno completo. Opta por uno muy ligero en el que incluyas una infusión con un zumo o una pieza de fruta. Después de comer,
es aconsejable descansar un poco, aunque procura no estar completamente estirado mientras estás haciendo la digestión. Luego, practica alguna actividad física moderada, como caminar tranquilamente. Esto te ayudará
a mejorar el tránsito intestinal y a aumentar la velocidad de vaciado del estómago.
Los licores “digestivos”
Las bebidas de alta graduación alcohólica, por encima de los 25º, favorecen la irritación gástrica. Sustitúyelos por vino o cerveza en cantidad moderada, pues ayudan a la digestión.