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¿Qué son y qué funciones realizan?
Las válvulas cardiacas se encuentran en los conductos de salida de las cuatro cavidades del corazón y cumplen una función fundamental para nuestro organismo: dejar pasar la sangre en la dirección correcta, es decir, evitan que nuestra sangre fluya hacia atrás. Estas válvulas se abren lo suficiente, de manera que la sangre puede pasar. Luego, se cierran impidiendo que la sangre se devuelva.
Nuestro corazón dispone de cuatro válvulas:
- Válvula bicúspide o mitral: Impide que la sangre retorne del ventrículo izquierdo a la aurícula izquierda.
- Válvula tricúspide: Es la encargada de que la sangre retorne del ventrículo derecho a la aurícula derecha.
- Válvula sigmoidea aórtica: Impide que la sangre retorne desde la aorta al ventrículo izquierdo.
- Válvula pulmonar: Impide que la sangre retorne del conducto pulmonar al ventrículo derecho.
Cuando no funcionan bien…
En ocasiones, nuestras válvulas dejan de funcionar correctamente. En estos casos es cuando los médicos hablan de valvulopatía (enfermedad o patología de las válvulas). ¿Cuáles son las más frecuentes?
- Valvulopatía congénita: Es el caso de las personas que ya nacen con esta enfermedad.
- Endocarditis: La válvula sufre daños irreversibles debido a una inflamación en el interior del corazón.
- Estenosis valvular: La válvula se estrecha y no deja pasar un caudal suficiente de sangre.
- Insuficiencia valvular: La válvula se endurece y deja de ser flexible, por lo que no cierra bien.
Cuando surge este tipo de problemas en el funcionamiento de las válvulas, los síntomas suelen ser: cansancio continuo, falta de aire (sobre todo después de haber estado activo o al tumbarse); capacidad limitada de andar, subir escaleras o hacer ejercicio y sensación frecuente de mareo o debilidad. La solución consiste, por lo general, en intervenir quirúrgicamente para reparar las válvulas o implantar válvulas artificiales.
La alimentación es esencial para proteger nuestro corazón. Controla la tensión y el colesterol a través de tu dieta.
¿Amigos o enemigos?
Amigos
Una actividad física moderada a diario disminuye los factores de riesgo.
Enemigos
Los grandes enemigos de tu corazón: tabaco, sedentarismo y una alimentación no saludable.