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Es conveniente acudir periódicamente al médico para una inspección de nuestra piel (sobre todo si tenemos lunares). Al igual que hacemos con otros especialistas como el dentista (o el ginecólogo en el caso de las mujeres), ¿por qué no acudimos cada año al dermatólogo? La detección precoz es vital en este tipo de cáncer y "una visita anual evitaría muchos disgustos", explica el doctor Serrano Sanmiguel, dermatólogo de Valencia y miembro de la plataforma Top Doctors.
El de piel es uno de los tipos de cáncer más habituales y se produce cuando se forman células malignas cancerosas en los tejidos de la piel.
Entre ellos, debemos distinguir tres tipos:
- El carcinoma de células basales. Es el más habitual y se produce cuando las células de la capa inferior de la epidermis se vuelven cancerosas. La mayoría de las veces se origina en la piel que regularmente está expuesta a los rayos solares o a otro tipo de radiación ultravioleta.
- El carcinoma de células escamosas. También muy frecuente, puede presentarse en la piel intacta o darse en aquellas que han resultado lesionadas o inflamadas. La mayoría de las veces sobreviene también por la exposición solar.
- Los melanomas. Se originan en las células encargadas de producir la melanina: los melanocitos Con frecuencia el primer signo de aparición de un melanoma es un cambio de tamaño, forma, color o textura de un lunar.
¿Cómo detectarlo?
Según el tipo de lesión en la piel que tengamos, observaremos diferentes síntomas. Algunos cánceres se presentan directamente sobre nuestra piel mientras que otros aparecen en nuestros lunares: el carcinoma basocelular suele aparecer en zonas expuestas de forma crónica al sol como la cabeza, el cuello y las manos. Se manifiesta como un cambio de coloración, una lesión perlada o incluso ulcerada, sin que existan antecedentes previos.
El carcinoma de células escamosas es más proclive a manifestarse en las orejas, el rostro (sobre todo en los labios y la boca) y suele presentarse como una lesión con costra sobre una piel rojiza que en ocasiones puede sangrar.
Los melanomas, por el contrario, suelen darse con más frecuencia en un lunar, aunque pueden aparecer en cualquier otro punto oscuro del cuerpo. De este modo, si advertimos que un lunar, peca o cualquier otro punto oscuro comienza a cambiar de color, de tamaño, a presentar unos márgenes irregulares, o duele, pica o presenta cualquier tipo de secreción debemos acudir a un dermatólogo cuanto antes.
¿Cómo prevenirlo?
Evita tomar el sol en la medida de lo posible y, si lo haces, huye de las horas centrales del día y emplea cremas de protección solar en aquellas zonas de la piel que vayan a estar expuestas. ¡Y no te olvides de las gafas de sol para tus ojos!
Presta también especial atención a las áreas pigmentadas de tu cuerpo (como los lunares y las pecas). Si observas cualquier tipo de cambio -variaciones de tamaño, forma o color- acude a un dermatólogo.
Es esencial que desarrolles una rutina regular para inspeccionar tu cuerpo y así poder detectar cualquier cambio en la piel: examina el cuerpo y la espalda en el espejo y los lados derecho e izquierdo con los brazos levantados. Mira cuidadosamente los antebrazos, el dorso de los brazos y las palmas de las manos, la parte posterior de las piernas y los pies (incluyendo plantas y el espacio entre los dedos). Examina la parte posterior del cuello y el cuero cabelludo. Por último, mira la espalda y las nalgas con un espejo de mano.
Tratamiento
"Actualmente existen equipos de alta tecnología que mejoran la precisión diagnóstica evitando la extirpación de lesiones benignas", explica el doctor Serrano. Para las lesiones malignas se aplica cirugía, radioterapia, quimioterapia y terapia fotodinámica (que utiliza un medicamento y un tipo de luz láser para eliminar las células cancerosas). También destaca la terapia biológica, que aumenta la capacidad del cuerpo para combatirlas.
Solo en España, el cáncer de piel ha aumentado en un 38% en los últimos cuatro años, es el tumor más frecuente
Seguros bajo el sol
- Utiliza gorra o pamela: Para proteger tu cuero cabelludo de los rayos UV.
- Gafas de sol: Imprescindibles para evitar enfermedades oculares.
- Ropa con protección: Neutraliza en un 97% la radiación total de UV.
- Horas a evitar: De 12 a 17 h no se recomienda exponerse al sol.
- Crema siempre: Usa factor 30 como mínimo y aplícalo cada 2 h.
- Hidrátate a menudo: Para evitar insolaciones o mareos innecesarios.
- Ojo con la luz reflejada: Es muy agresiva y puede causar daños como la conjuntivitis solar.
- No te fíes de las nubes: Los rayos UV también actúan en los días nublados, ¡no bajes la guardia!
- Sombrilla en la playa: No bajes al mar sin una que te proteja de la constante exposición.