SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
La hipersensibilidad emocional es un exceso de afectación por cualquier hecho negativo, incluso aunque para los demás parezca poco relevante. La “rentrée” después del verano es un motivo más de desestabilización emocional. ¿La clave para superarla? Aprender a manejar tu sensibilidad, sin llegar a eliminarla.
Demasiada preocupación
El intentar tener todo controlado conlleva que estas personas le den vueltas continuamente a sus preocupaciones. Esto, además, provoca que les otorguen mayor importancia a todo, sensibilizándose aún más ante el mundo y sus experiencias. Esta situación da lugar a un estado de tristeza y vacío, sentimiento que les suele embargar impidiéndoles tomar decisiones adecuadamente y tener un punto de vista distanciado que les permita valorar y solucionar las situaciones.
Otro rasgo que les diferencia es que suelen ser personas que presentan dificultades para relacionarse con los demás.
¡Toma nota! Transforma tu actitud
- Analiza tus reacciones emocionales fijándote en si son excesivas. Se puede ser sensible sin sentir tanto dolor y angustia.
- Modera y equilibra tus sentimientos, racionalizando la importancia de lo sucedido, tomándote cada fracaso como un aprendizaje y cada reto como un logro por conquistar. Tomarse las cosas de manera relajada y sin miedos facilita todo.
- Expresa tus sentimientos. Contar cómo nos sentimos, además de relajarnos, hace posible que haya menos malentendidos y que nos sintamos más comprendidos.
- Busca aliviar o eliminar los eventos estresantes. Analiza qué es lo que realmente te duele, cuándo, dónde se desencadena tu tristeza. Concreta cuáles son los desencadenantes, para que puedas decidir acerca de una posible solución, y plantéate por qué los sientes como una amenaza. Si no tiene solución, sigue tu vida. Si tiene solución… ¿por qué te preocupas? Y si no la tiene… ¿por qué te preocupas?.
- No pierdas la esperanza. Todos debemos elaborar un esquema mental positivo de nuestro futuro. Cuando nuestro objetivo es optimista, sin darnos cuenta hacemos que se cumpla.
- Céntrate en el presente, sus hechos, detalles y realidades, no solo en sensaciones que desencadenan en ti recuerdos desagradables o malos augurios. No dejarse embargar por los sentimientos facilita nuestro desarrollo y la toma de decisiones.
- Equilibra tus relaciones. Esfuérzate por disfrutar con las personas, pero evita depender de nadie más que no seas tú misma/o. Permítete la intimidad y la ternura con los demás.
- Aprende a desconectar. Es esencial para recapacitar, moderar tus sentimientos y relajarse. Puedes lograrlo con cosas tan sencillas como escuchar música, hacer ejercicio, leer un libro o salir a dar un paseo.
Buscando los motivos ¿Por qué estas personas sufren más?
- PORQUE EXITE UN EXCESO DE IMPLICACIÓN ANTE LOS SUCESOS NEGATIVOS, que suele estar relacionado con la dificultad para disfrutar de las cosas sencillas de la vida, y con el hecho de que no acaben de estar satisfechos plenamente. Esto se debe a que son personas muy perfeccionistas y con un alto nivel de autoexigencia, que siempre esperan algo “mejor” de la vida, por lo que nunca alcanzan la cumbre.
- PORQUE VIVEN CONSTANTEMENTE A LA DEFENSIVA. Al ser tan sensibles, tienen miedo de que les hagan daño o de que la vida les “golpee”, por lo que se sienten frágiles y vulnerables, y tienden a interpretar mal algunas situaciones que, realmente, no deberían preocuparles. De hecho, les suele ocurrir que no se llegan a creer los éxitos cosechados y se hunden con pequeños fracasos. Para ellos, lo bueno no lo es tanto, pero lo malo es malísimo.
Sabías que...
Las mujeres suelen ser las que se sienten más afectadas por su entorno. Sufren hasta dos veces más depresiones que el hombre. En concreto, hasta un 20% de las mujeres sufre depresión alguna vez en su vida. Esto puede deberse a las distintas fluctuaciones hormonales, que influyen en el estado de ánimo.