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El flúor es un mineral que no se encuentra en estado puro, sino que siempre aparece en nuestro organismo asociado a otra sustancia, normalmente el calcio. Su gran beneficio se relaciona directamente con los huesos y dientes. Y es que sus funciones más importantes son: el fortalecimiento y endurecimiento de los huesos; la defensa frente a la caries dental y el desarrollo de bacterias como el sarro. Además, mezclado con la vitamina D sirve como herramienta preventiva de la osteoporosis.
¿Toxicidad?
Es cierto que el flúor, en cantidades inadecuadas, puede ser tóxico. De hecho, existe una enfermedad denominada Flúorisis que provoca justo el efecto contrario a sus beneficios: debilitamiento de los huesos y aparición de caries. Las cantidades recomendadas, según los nutricionistas, son de 4 miligramos diarios en adulto y 2 miligramos en niños.
Para evitar la flúorisis…
- Ten cuidado con los suplementos vitamínicos, muchos suelen llevar este mineral.
- Es importante utilizar pastas de dientes con los contenidos óptimos de flúor, siempre adecuados a cada edad.
- No abuses de los enjuagues bucales o colutorios.
Alimentos ricos en flúor
- De origen animal: Pescados, pollo y leche fluorada.
- De origen vegetal: Sal, té, verduras de hoja verde, trigo, tomate, patatas y espárragos.
Recuerda que la dosis recomendada es de 4 mg/día para adultos. En el caso de los pequeños, la cantidad recomendada es de 0’5.