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Es menos conocido que otros tipos de cáncer que afectan en mayor proporción a la mujer, como el de mama. Sin embargo, el cáncer de endometrio –exclusivo en ellas porque afecta a la zona genital femenina– es muy frecuente. La buena noticia es que tiene una tasa de supervivencia entre el 85 y el 90%. La clave para ganarle la batalla está en localizarlo a tiempo y ponerse en manos de especialistas.
El endometrio es una capa mucosa que recubre el cuerpo uterino y que responde con cambios morfológicos importantes a los estímulos hormonales que se producen en el ovario.
La renovación del endometrio se produce cada mes: es lo que llamamos “menstruación”.
Muy frecuente
Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), el cáncer de endometrio es el cuarto tumor más frecuente entre la población femenina, superado tan sólo por el cáncer de mama, de colon y de pulmón.
La incidencia del tumor de endometrio en España es aproximadamente de veinticinco casos por cada cien mil mujeres por año, lo que nos sitúa levemente por debajo de la incidencia media europea. En cualquier caso, es una cifra suficientemente alarmante como para que todas las mujeres estén prevenidas y se hagan revisiones con la periodicidad que les marque su ginecólogo.
¿Por qué aparece?
Al igual que ocurre con la aparición de otros tumores, la causa que provoca el cáncer de endometrio es desconocida. Es consecuencia de una serie de alteraciones genéticas que dan lugar a un crecimiento celular descontrolado, si bien continuamos sin conocer los mecanismos por los que se producen dichas alteraciones.
Factores de riesgo
Los especialistas coinciden en señalar que el riesgo de tener cáncer de endometrio es mayor si el organismo produce gran cantidad de estrógenos y, al mismo tiempo, el cuerpo no produce la suficiente cantidad de otra hormona llamada progesterona.
Esta situación suele darse después de la menopausia y en presencia de otras circuntancias añadidas, como obesidad, hipertensión arterial, diabetes, menopausia tardía o síndrome de ovario poliquístico, entre otras.
Más esperanza
La medicina avanza cada día y en el caso del cáncer lo hace a pasos agigantados. Los avances más recientes son la aplicación de quimioterapia tras la cirugía en pacientes con alto riesgo de recaída. Pero eso no es todo, ya que el desarrollo de ensayos clínicos con nuevos fármacos, llamados biológicos, que actúan sobre moléculas que están alteradas en las células del tumor son un gran empujón para mejorar la situación de las pacientes.
Pon atención a las señales
Para descubrir a tiempo un cáncer de endometrio, resulta fundamental que conozcas cuáles son los síntomas que pueden producirse en tu organismo y, lo más importante, que los interpretes correctamente. Estas son las pistas que pueden hacerte sospechar sobre un posible tumor endometrial:
- Sangrado no relacionado con la menstruación.
- Aparición de flujo genital de color blanquecino (leucorrea).
- Dificultad o dolor al orinar.
- Dolor en las relaciones sexuales.
- Dolor en la zona pélvica.
Sentirse MUJER
El tratamiento habitual del carcinoma de endometrio es la cirugía, que consiste en la extirpación del útero, de los ovarios y de los ganglios linfáticos de la pelvis. Después, en ciertos casos, se requiere radioterapia o quimioterapia.
La repercusión física que suponen estos tratamientos para las mujeres es una barrera psicológica difícil de superar, sobre todo en el plano sexual. Algunas mujeres se sienten menos femeninas después de la extirpación, sensación que se incrementa con el enrojecimiento, inflamación o dolor que provoca la radioterapia en la zona íntima.
El deseo sexual disminuye frecuentemente en las pacientes en tratamiento con quimioterapia, debido a los efectos secundarios del mismo, como náuseas, vómitos o debilidad. Sin embargo, tras finalizar este tratamiento, estos efectos se atenúan y lo normal es que el deseo sexual se recupere.
Prevenirlo en 5 pasos
No existe una fórmula mágica para prevenir el tumor de endometrio. Sin embargo, los especialistas recomiendan seguir estos consejos para disminuir el riesgo de padecerlo:
- Lleva una dieta de bajo contenido en grasa animal.
- Controla tu peso con alimentos saludables y haciendo ejercicio.
- Mantén a raya tu presión sanguínea reduciendo el estrés y con una dieta baja en sal.
- Avisa a tu especialista si tienes sangrado vaginal anormal.
- Realiza exámenes ginecológicos con periodicidad.
¡En positivo! Este tumor tiene una tasa de supervivencia a los cinco años de entre el 85 y 90%.