SABER VIVIR COMUNICACIÓN, S.L.
En torno a los 40 o 50 años de edad, hasta un 50% de los hombres padecen alopecia androgenética. Se trata de una enfermedad hereditaria –suele aparecer en varios varones de una misma familia– en la que los folículos del cuero cabelludo responden de un modo anómalo al aumento de hormonas masculinas (testosterona), produciéndose un proceso de “miniaturización” del folículo piloso, que cada vez se hace más pequeño hasta atrofiarse y perderse definitivamente.
Los folículos atrofiados se consideran perdidos y son irrecuperables. Sin embargo, si el pelo se ha caído hace menos de tres años, es posible que la atrofia no sea total y que se pueda recuperar en muchos casos con diversos tratamientos. Suele comenzar en ambos sexos a los 20-30 años de edad, estableciéndose a los 40 años.
Zonas afectadas
La pérdida de cabello suele comenzar al frente, a los lados o en la coronilla de la cabeza. Algunos hombres tienen una calvicie localizada o un retroceso de la línea de crecimiento del cabello, mientras que otros pueden perder la totalidad del pelo.
Aunque se suele pensar que este tipo de alopecia está asociada al estrés, a la falta de vitaminas o a la seborrea, en realidad estos factores no tienen ninguna influencia sobre la caída del cabello, ya que, en este caso, como hemos mencionado, tiene un origen hormonal.
Diagnóstico
A diferencia de otras alopecias (areata, difusa…), la alopecia androgenética es de tipo no cicatrizal. Esto quiere decir que la caída de cabello no deja cicatriz, por lo que cabe esperar una mejoría con un tratamiento adecuado, siempre que se comience de una manera temprana.
Para identificar de manera certera el tipo de alopecia de la que se trata y saber qué tratamiento se necesita, los especialistas disponen de diferentes pruebas diagnósticas.
❚ Una de las más avanzadas es el fototricograma, una técnica con la que se estudia a gran tamaño una zona de cuero cabelludo para examinar el grado de crecimiento del cabello y la densidad de los folículos y la cantidad de pelos por centímetro cuadrado.
❚ También es muy importante que el paciente comente al médico la situación de sus familiares cercanos varones, pues, si se repite un determinado patrón de calvicie en varios de estos parientes, es muy posible que, efectivamente, se trate de alopecia androgenética, debido a su origen hereditario.
Tus 3 armas para lograr buenos resultados
✸ Acude al dermatólogo y no a pseudoclínicas o centros de estética que te prometan resultados milagrosos en poco tiempo.
✸ Hazlo lo más precozmente posible.
✸ Sé constante en el seguimiento del tratamiento que te indique el médico.
Sabías que...
La alopecia androgenética puede afectar también a las mujeres, aunque en ellas es menos frecuente por la protección que ejercen sus hormonas femeninas. Su distribución de la pérdida del cabello es diferente a la de los hombres. Las mujeres que la padecen empeoran en la menopausia, cuando se produce una desregulación hormonal
Lo último en tratamientos
Algunos suplementos de soja, de cistina o de minerales y vitaminas pueden ser beneficiosos en determinadas situaciones carenciales para la recuperación del folículo, pero este no es el caso de la alopecia androgenética, en la que estos productos no tienen sentido. Tampoco van a tener ningún efecto los champús, lociones o ampollas con supuesto efecto “crecepelo”.
Los únicos tratamientos que han demostrado ser eficaces son:
✸ Determinados medicamentos específicos: Minoxidil tópico y finasterida.
✸ El autotrasplante de cabello: Esta intervención habitualmente se realiza con anestesia local y de forma ambulatoria. Los pelos implantados proceden de la nuca y de detrás de las orejas. Es esencial que se realice por personal especialmente entrenado para ello. La duración de la intervención es muy variable en función de la cantidad de cabellos que se vayan a trasplantar, pero suele ser en torno a cuatro o cinco horas.
✸ En un futuro próximo, una nueva alternativa puede ser el “Stem cells”, un tratamiento que ya se ha probado de manera experimental y que consistiría en el implante de unas células especiales procedentes del propio paciente y cultivadas en laboratorio que obtendrían un aceptable crecimiento de nuevos cabellos (alrededor del 70%).