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Te damos las claves principales para estar bien preparado ante esta situación sin perder tiempo.
En España se producen cada año unos 50.000 infartos agudos de miocardio (conocido comúnmente como ataque al corazón), pero la mortalidad por esta causa se ha reducido hasta un 32% en los últimos diez años gracias a las mejoras en su tratamiento, según datos de la Sociedad Española de Cardiología.
Sin embargo, nuestro país está “a la cola” de Europa en rehabilitación tras un infarto agudo de miocardio. Desde luego, es un dato negativo teniendo en cuenta que, según la Fundación Española del Corazón, esa rehabilitación es esencial para prevenir segundos ataques, que son aún demasiado frecuentes tanto en hombres como en mujeres.
Un infarto es…
Llamamos infarto de miocardio a la muerte de las células del tejido cardíaco –necrosis– por falta de riego sanguíneo, debido a una obstrucción en las arterias coronarias. Este bloqueo puede aparecer por distintas causas, pero las más comunes son:
- La presencia de coágulos de sangre en las arterias.
- La acumulación de placas de grasa en las paredes de las arterias (aterosclerosis).
Atención a los síntomas: Los segundos cuentan
Los síntomas del infarto de miocardio se pueden confundir con molestias tan dispares como dolores musculares, indigestión o gases. Ante la duda, no hay que perder tiempo, sino acudir de inmediato al servicio de urgencias de cualquier hospital o centro de salud, porque cuanto antes sea atendida la persona, más probabilidades existen de que los médicos puedan controlar el daño sufrido por el corazón antes de que sea demasiado tarde.
Estos síntomas característicos son los siguientes:
- Dolor en el pecho.
- Dolor en el brazo izquierdo, en algunos casos el brazo derecho.
- Dolor en mandíbula, cuello y espalda.
- Dolor en la parte alta del abdomen.
- Dificultad para respirar.
- Ganas de vomitar.
- Pérdida de conocimiento.
- Frío y sudoración.
Las consecuencias
- Si el infarto de miocardio es de pequeña extensión, la persona puede llevar una vida normal siempre que controle los factores de riesgo para evitar un nuevo infarto.
- En los casos en los que el infarto es de mayor consideración, puede dar lugar a insuficiencia cardíaca, a veces con congestión pulmonar (defecto en el cierre de la válvula mitral), así como arritmias ventriculares o bloqueos del corazón que, normalmente, pueden ser controlados con el uso de dispositivos especiales (marcapasos, desfibrilador…) y la toma de medicamentos.
Preparados para vivir sin miedo
El miedo a volver a sufrir un infarto de miocardio es constante en las personas que se han enfrentado a este importante percance alguna vez en su vida. Para ellos y para personas que padecen otros tipos de dolencias de corazón, están concebidas las Unidades de Rehabilitación Cardiaca de las que disponen los hospitales. En ellas, estos pacientes aprenden a mantener bajo control los factores de riesgo cardiovascular y a poner en práctica hábitos de vida saludables que harán más difícil una recaída.
Uno de los apartados más importantes de los programas de rehabilitación cardíaca es el ejercicio físico:
- Si el riesgo es muy bajo, la persona podrá entrenarse por su cuenta, siempre bajo la supervisión de su médico de familia y/o de su cardiólogo.
- Si el paciente es de alto riesgo, dispondrá de un programa de actividad física dirigida por cardiólogos y adaptada a sus necesidades que llevará a cabo en el propio hospital.
Según la Fundación Española del Corazón, se ha constatado que la mortalidad por enfermedad cardíaca disminuye entre un 20 y un 30% si se lleva a cabo esta rehabilitación, y el porcentaje aumenta hasta un 43% si el paciente cumple el programa en su totalidad.
Primeros auxilios en infartos
- Llama al teléfono 112. Mantén la calma y responde a las preguntas que te irán haciendo. Tendrás que explicar qué ocurre y dónde os encontráis, para que, en caso necesario, envíen una ambulancia. Sigue todas las indicaciones que se te hagan.
- Si la persona está consciente: Espera con ella, asegurándote de que permanece sentada o recostada, y procurando tranquilizarle.
- Sí, está inconsciente, pero tiene pulso y respira: Para evitar que se atragante si vomita, hasta la llegada de los servicios médicos, colocaremos a la persona en posición lateral de seguridad, tumbada sobre un costado, en la posición de este dibujo:
- Sí, además de estar inconsciente, está en parada cardiorrespiratoria (no tiene pulso ni respira de forma espontánea): Hay que realizar de inmediato maniobras de RCP (resucitación cardiopulmonar), que combina masaje cardiaco externo y ventilaciones artificiales. Muy importante: sólo debes realizar estas maniobras si has sido debidamente entrenado. Si no es el caso, indícaselo al médico que te atiende en el teléfono 112.