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¿Qué es un stent coronario?
Cuando las arterias coronarias –vasos sanguíneos que transportan sangre y oxígeno al corazón– se obstruyen por la presencia de colesterol en forma de placa (aterosclerosis), es necesario practicar una intervención llamada angioplastia coronaria para “limpiarlas”. Con objeto de que las arterias se mantengan abiertas y permitan el paso del caudal de sangre necesario, se implanta en su interior un stent, una prótesis flexible en forma de malla metálica flexible.
¿Qué factores de riesgo pueden dar complicaciones?
Existen varios factores de riesgo que aumentan las posibilidades de poder sufrir más complicaciones al implantarte un stent.
- Ser mayor de 60 años.
- Ser obeso.
- Ser fumador.
- Ser diabético.
- Ser alérgico a ciertos medicamentos, a los mariscos o al líquido de contraste.
- Padecer un trastorno hemorrágico o calcificación de vasos sanguíneos.
- Haber padecido una neumonía recientemente.
- Haber sufrido un ataque cardíaco o angina de pecho recientemente.
- Padecer una enfermedad de los riñones.
¿Cómo se coloca?
- Tras identificar dónde se encuentra obstruida la arteria, se introduce un catéter en la arteria enferma, que va provisto de un globo en la punta.
- Se coloca dentro del interior de la arteria uno o varios stents que se adaptan a su pared para mantenerla de esta manera abierta.
- Cuando se ha llegado al punto donde existe la obstrucción, el globo se infla a presión para dilatar la arteria y mejorar el paso de sangre.
¿Qué tipos de stent existen?
Principalmente, existen dos tipos de stents: los tradicionales y los recubiertos de fármacos.
Éstos últimos están ganando la partida a los clásicos, puesto que la malla metálica está recubierta con un fármaco que se libera con el paso del tiempo y que ayuda a prevenir el crecimiento excesivo de las células en el interior del stent (reestenosis), lo que provocaría un nuevo estrechamiento de la arteria que estaba obstruida.
¿El paciente tiene que tomar medicamentos tras la intervención?
Sí. Hay que tener en cuenta que se ha introducido en el cuerpo un material extraño y las defensas del organismo actúan contra él, por lo que es absolutamente necesaria la medicación para que las células de la sangre no obstruyan bruscamente de nuevo la arteria en esta defensa, produciendo, incluso, un infarto agudo de miocardio. Por eso, una vez que se ha implantado un stent coronario, el paciente debe tomar dos medicamentos antiagregantes plaquetarios: ácido acetilsalicílico y clopidogrel.
Pasado el tiempo que establezca el cardiólogo, y tras una valoración, se suspenderá una de las dos pastillas (normalmente el clopidogrel) para mantener la otra de forma indefinida.
¿Qué cuidados debo mantener si me han implantado un stent?
- Sigue en todo momento las indicaciones del cardiólogo sobre la nueva medicación que debes tomar, y no dejes de tomar los fármacos que tomabas para la hipertensión arterial, el colesterol alto o la diabetes.
- Mantén tu peso a raya. Si te sobran kilos, sigue una dieta adecuada para ti, siempre controlada por un médico o dietista-nutricionista.
- Es obligatorio dejar de fumar y muy conveniente realizar ejercicio físico moderado todos los días.
- Durante los primeros días después del alta, evita actividades que exijan esfuerzo físico, como levantar mucho peso. Pasado un mes, lo normal es que puedas llevar de nuevo tu vida normal.
- Acude a todas las citas programadas con tu cardiólogo para revisar el stent y valorar cómo está yendo el tratamiento.