Nevera ordenada ¡Salud asegurada!

Llegas de la compra, cargada. Y acabas metiendo, sin orden ni concierto alguno, todo en la nevera; en cualquier rincón. ¡Basta! Es muy importante colocar de forma correcta la compra para asegurarte que todos los alimentos conservan todas sus propiedades y para lograr perder unos kilitos. Toma nota.

Temperatura

Controla la temperatura del frigorífico. La nevera tiene que estar a 5ºC y el congelador a una temperatura de -18ºC. En verano es aconsejable bajar un par de grados el frigorífico. Recuerda que para mantener siempre la temperatura ideal no hay que tener el frigorífico demasiado lleno y abrir la puerta solo cuando sea necesario y durante el menor tiempo posible.

Espacios bien diferenciados

El frigorífico debe contar con espacios diferenciados para las distintas clases de alimentos. Ésta es la única manera de evitar el contacto entre  ellos para que no se transmitan olores y sabores de unos a otros. Además, la temperatura no es la misma en toda la nevera y los diferentes alimentos requieren distintas temperaturas para su conservación.

• EN LA PUERTA: Coloca alimentos como la mantequilla, las botellas abiertas de leche y refrescos y las latas de conservas. También guardaremos los huevos en las zonas habilitadas para este uso. También es el lugar para guardar los botes de salsas como el ketchup.
  
  
• EN LA PARTE INFERIOR: Es la zona más fría de la nevera, por lo que es la localización perfecta para las carnes y los pescados.
  
  
• EN LA PARTE SUPERIOR:
  
  
  • Coloca los quesos: Puedes envolverlos en un papel que no deje traspasar las grasas o bien en una fiambrera no hermética. Atenta, según el tipo de queso debes de tener en cuenta cuándo consumirlo. Por ejemplo, si es curado, puede aguantarte en la nevera durante varias semanas. Sin embargo, si es fresco, no puede estar más de cuatro días.
    
    
  • Los lácteos: yogur o natillas, natas, etc, deben ir en la parte superior del frigorífico y debemos colocarlos fijándonos en la fecha de caducidad, de forma que  comamos primero lo que antes caducan. Procura no mantenerlos abiertos más de una semana.
    
    

¿Cómo colocarlos?

• Las carnes envasadas al vacío refrigeradas deben permanecer almacenadas en su interior hasta minutos antes de su cocinado, si se rompe el envoltorio su vida media se reduce a unos días.
  
  
• Cuando vayas de compras al supermercado tómate tu tiempo. Revisa lo que dicen las etiquetas acerca de las condiciones para refrigerar los alimentos. 
  
  

Adelgaza organizando bien tu nevera

A la altura de tus ojos ubica los alimentos más saludables, es decir, las frutas y las verduras. 

No atasques la nevera con sobras que a la final vas a terminar tirando a la basura. Compra solo lo necesario, cuando tienes muchas opciones es más difícil tener disciplina con lo que comes. Simple ley de oferta y demanda, menos consumo cuando los recursos escasean. Que las tentaciones “basura” no estén a la vista. Es lógico que tengas alguna tentación, pero procura mantenerlas alejadas de tu vista. Así no serán tu primera opción.

¿Te tienta abrir la nevera cada cinco minutos?

Instala un “chivato” dentro de tu frigorífico. Un simpático cerdito se encargará de quejarse cada vez que intentes comer 

Tus trucos muy útiles

• Ahorra Energía: ¿Sabías que la nevera puede gastar mucha más energía si no cierra bien? La razón es porque le cuesta más mantener la temperatura escogida. Para comprobar que la tuya es la correcta: Coge un folio y cierra la puerta de tu nevera, de forma que quede en medio. Si se cae  o se mueve con facilidad, tendrás que revisarla.
  
  
• Descongela y limpia: Hay que hacerlo con frecuencia y rapidez para que no se estropeen los alimentos. Para acelerar el proceso, coloca un cacharro con agua hirviendo y el vapor ayudará a deshacer el hielo. ¡No olvides desenchufar tu nevera!
  
  
• ¡Cuidado! Nunca introduzcas alimentos calientes en la nevera, ni guardes restos de en latas de conserva. En su lugar, utiliza siempre recipientes herméticos especialmente  indicados para una buena conservación.
  
  

La higiene es fundamental en la cocina, no olvides limpiar tu nevera, al menos, una vez al mes.