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Te lo merecías, ¡por fin llegó la primavera! Claro que, si tu ánimo aún no está en sintonía con el buen tiempo, necesitas un empujoncito para ir entrando en calor. Es tiempo de salir a disfrutar de las horas de sol, de recuperar del fondo del armario la ropa más ligera y colorida, de verte guapa…
¡Es tiempo de florecer y renovarse para quererte más! Aquí te dejamos un puñadito de propuestas para que le des un impulso a tu autoestima. Son pequeños cambios que puedes hacer en tu apariencia externa, con los que vas a conseguir que cada día tengas ganas de regalar (y de regalarte) una sonrisa.
Paso 1: Más vida para tu pelo
No hay nada como cambiar el color de tu cabello si quieres conseguir un cambio de imagen rápido e impactante. Si quieres algo menos drástico, bastará con que te des unos reflejos. Ante la duda, pregúntale a un profesional qué tono te puede quedar mejor.
¿Que lo que te apetece es un buen corte? Pues es también una estupenda idea para verte diferente, y además le darás fuerza a tu cabello y un aspecto más sano.
Con estos cambios, lo importante es que te veas favorecida y que te sientas cómoda contigo misma. Dejarte llevar por las fotos de las famosas en las revistas es un error, ¡porque tú eres única!
Paso 2: Ilumina tu maquillaje
¿Cuánto tiempo llevas usando la misma barra de labios, la misma sombra de ojos, el mismo colorete…? Ahora es un momento ideal para darle un nuevo aire a tu maquillaje.
Dale luz a tu rostro con una base de textura ligera de un tono lo más parecido posible al de tu piel. Verte guapa es cuestión de pequeños “toques maestros”: sombra de un color que destaque tu color de ojos, máscara de pestañas, lápiz perfilador para subrayar tu mirada y un ligero rubor con colorete. ¡Lista en cinco minutos!
Si no tienes costumbre de maquillarte a diario, prueba alguna crema hidratante con un poco de color y con factor solar alto. Notarás tu piel más fresca y saludable, y además estará protegida frente a la radiación ultravioleta, responsable de las arrugas, las manchas y el envejecimiento prematuro.
Paso 3: Cutis limpio y resplandeciente
Ahora que puedes estar más tiempo al aire libre, deja que tus poros respiren, libéralos de impurezas que han ido acumulando los últimos meses con una limpieza de cutis. De cara al verano, es muy importante limpiar e hidratar la piel en profundidad para prevenir la aparición de granitos y evitar que se agraven las dermatitis o el eccema. Si puedes, déjate mimar en un centro de estética, pero en casa también puedes hacerte un tratamiento de higiene facial con una mascarilla natural limpiadora, por ejemplo, mezclando un yogur natural, una cucharadita de miel y un chorrito de zumo de limón, aplicado durante diez minutos sobre el rostro.
Paso 4: Exfolia tu cuerpo
Olvida los guantes de crin y los cepillos de cerdas duras, porque solo conseguirás irritar y dañar tu piel. Para que también la piel del resto del cuerpo se renueve y vuelva a lucir como en su mejor momento, esta primavera regálate unos minutos de relax en la bañera, o incluso en la ducha, para aplicarte un exfoliante corporal. Estos productos suelen tener textura de gel o de crema y contienen miles de minúsculas partículas que consiguen desincrustar las células muertas de la piel y le devuelven una agradable sensación de hidratación y suavidad. No olvides insistir en zonas clave como las durezas de rodillas y codos, que en la nueva temporada estarán más expuestas.
Paso 5: ¡Sí a los accesorios!
Quizá no les des demasiada importancia, pero son la guinda de tu atuendo si sabes combinarlos con gusto. Los pendientes dan brillo, color y movimiento a tu cara. Un collar bien elegido, aunque sea discreto, enmarca tu rostro y realza el escote. Unas pulseras o brazaletes son perfectos para alegrar tus manos. ¿Y por qué no un cinturón? Para la primavera los hay de colores vistosos (fucsia, verde, amarillo…) y de materiales brillantes, para que marques cintura con estilo.
Por supuesto, los zapatos son siempre un complemento perfecto para darle un toque sofisticado a tu figura; eso sí, para que tu espalda no sufra, mejor con poco tacón.
Si te sientes bien por fuera, también estarás a gusto contigo misma por dentro. ¡Sí, esa es la actitud!