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Todas las frutas son importantes en nuestra alimentación. Pero, la fresa es una gran estrella. Si no nos crees solo tienes que acudir a un museo en Bélgica que está, exclusivamente, dedicado a ellas.
Así, te enterarás de que la fresa no es el fruto del fresal. Parece paradójico, pero la fresa es el “falso” fruto de esta planta. El verdadero, o mejor dicho, los verdaderos frutos son los aquenios, esos bultitos pequeños que puedes observar en las fresas. Curiosidades aparte, las fresas son toda una fuente de salud.
Distintas variedades
Existen muchas variedades de fresas y muchos países que las producen. Por ejemplo, nuestro país es uno de ellos, concretamente en la provincia de Huelva, con su microclima (más de 248 horas de sol mensuales) es una de las grandes productoras. Conoce su amplia variedad:
- Reina de los Valles: Es la variedad de fresa predominante en nuestro país. Son frutos pequeños y con un fuerte y agradable olor.
- Camarosa (Fresón de California): Buen sabor, firme y roja. La más consumida en España (un 90%).
- Tudla: Fresones grandes, alargados y rojos.
- Oso grande: Proceden de California. Son anaranjados, grandes y de muy buen sabor.
- Cartujo: Fresón, forma de cónica, dulce y rojo.
- Carisma: variedad muy vigorosa de fresón, capaz de adaptarse a todo tipo de suelos y climas. Es de color rojo suave y de gran tamaño.
- Irwing: De forma redondeada, achatada y de color rojo mate.
- Pájaro: Es una variedad que da fresones con forma cónica, firme, de pulpa consistente y color rojo uniforme y brillante. Esta es, posiblemente, la variedad con mejor sabor de todas las comercializadas.
- Selva: Es el fresón de verano, hasta finales de septiembre.
Valor nutricional
El consumo de fruta es muy saludable, ya que apenas aportan calorías (30 kcal/100 g). Además, estas pequeñas son una excelente fuente de vitaminas antioxidantes, vitamina C, betacarotenos y vitamina E, unas sustancias que nos protegen frente al envejecimiento celular, cáncer y otras enfermedades como la aterosclerosis.
Cuidado si... tienes alergia a la aspirina (ácido acetilsalicílico). El consumo, en grandes dosis, de fresas no es recomendable, ya que contienen salicilatos, responsables de las reacciones cutáneas (urticaria) que pueden provocar.
Cómo elegirla
A la hora de elegir las fresas y fresones, hay que asegurarse de:
- Que sean frutas gruesas, brillantes y de apariencia fresca, ya que son alimentos muy delicados y perecederos.
- No te dejes orientar por su poco peso. El peso no determina la calidad.
- Deben comprarse con los tallos intactos y no se han de retirar hasta que se hayan lavado para mejorar su conservación.
- Se conservan mejor si se guardan en el frigorífico o en un lugar fresco, oscuro y ventilado, lo más esparcidas posible en una fuente o plato llano. Recuerda que hay dos reglas de oro a la hora de manejar tanto fresas como fresones. Por un lado, no es conveniente que las manipules en exceso y tampoco las expongas al calor. Además, lávalas en el último momento, antes de servirlas, para que no pierdan su jugo. ¡Qué aproveche!
De cualquier manera, bien solas o acompañadas, las fresas resultan un alimento muy aconsejable para tu dieta.
¿Qué hace la fresa por tu salud?
- Anemia e infecciones: Si sueles padecer anemias o las infecciones te atacan con frecuencia, el consumo de fresas puede ser tu gran aliado por sus elevadas cantidades de vitamina C.
- Embarazadas: En caso de estar en los primeros meses de gestación, su consumo resulta adecuado por su abundancia de ácido fólico o folatos.
- Diuréticas: Las fresas pueden ayudarte con la hipertensión o cualquier otro tipo de enfermedades asociadas a la retensión de líquidos.
- Corazón: Si tienes el colesterol elevado, los antioxidantes contribuyen a reducir el riesgo cardiovascular y cerebrovascular.