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Vacaciones en familia... ¡y en paz!

Nos vamos de veraneo y 24 horas con los nuestros durante muchos días seguidos pueden hacerse muy 'intensas'. ¿Cómo afrontarlo con ganas? Te lo contamos.

Es un hecho: cuando termina el verano aumenta el número de divorcios. Pasar tanto tiempo en pareja durante el periodo estival hace que se pongan a prueba ciertas habilidades como la comunicación o la capacidad para la resolución de conflictos.

Si en nuestra ecuación de vacaciones no solo entra nuestro cónyuge, sino también los hijos o la familia (política o propia) el efecto olla a presión está asegurado. ¿Cómo podemos disfrutar de nuestro ansiado tiempo libre sin perder los nervios?

Tiempo para ti

Aunque os vayáis todos juntos, intenta pasar ratos a solas. Disfruta de un paseo a la orilla del mar o relájate en una terraza con un buen libro. Todos necesitamos unas horas libres a la semana para realizar nuestras aficiones o quedar con amigos.

Di lo que piensas

Con tacto y voz calmada, expresa tu opinión sobre algo en lo que discrepes: desde cómo se ha organizado una excursión hasta un plan que no te apetezca.

Trabajando la asertividad seguro que llegas a un acuerdo con el resto para que el día no acabe torciéndose. No obstante, debes intentar planificar las cosas junto a tu pareja y no olvidarte de dar prioridad a la familia que has creado frente a tus apetencias personales. Tampoco debes descuidar las relaciones sexuales con tu chico o chica, ya que siempre ayudarán a que estéis más unidos.

Apaga el ordenador

Y la tableta, y el móvil... Evita pasar más tiempo conectado a las redes sociales que disfrutando de tu familia. Con que revises las llamadas y los whatsapp recibidos dos o tres veces al día es suficiente.

No permitas que el teléfono sea una extensión de tu brazo, te sorprenderá saber la cantidad de momentos que te estás perdiendo allá fuera mientras miras su pantalla. ¡No le prestes atención!

Si trabajas, deja dicho a todo el mundo en la oficina con antelación cuándo te vas de vacaciones para evitar que te molesten. Si necesitaras terminar algo pendiente, márcate una hora concreta para revisar los correos y solucionar asuntos laborales.

En definitiva, disfruta el momento y no te estreses por llegar tarde a tu destino o por no saber dónde comer porque todos los restaurantes están completos. Saca lo mejor de ti e intenta relativizar cada uno de los obstáculos que se presenten.

Ponte en el lugar del otro y lleva a cabo negociaciones en las que todos salgáis ganando

3 claves para evitar conflictos

1. Cede:
Si proponen un plan que no te apetece, en lugar de dar un ‘no’ categórico, responde con un “me parece bien pero…” y a continuación expón los miedos o puntos débiles que le ves.

2. Relativiza:
Si te ha ofendido alguien con un comentario, no entres al trapo. Déjalo estar y ponte a hablar con otra persona.

3. Empatiza:
Si te molesta la actitud de alguien, no pienses que lo hace adrede, para molestarte, sino porque él es así y le cuesta cambiar su carácter.

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