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Una silla vacía en Navidad

Cuando la pérdida de un familiar es reciente, necesitamos ayuda para construir unas nuevas fiestas.

A medida que avanza el mes de diciembre, María siente también cómo avanza su angustia. Y es que estas serán las primeras Navidades sin su padre. Ella, que siempre las esperaba llena de ilusión para viajar con su marido y sus hijos a su ciudad natal, sabe que este año serán muy difíciles. Se siente dividida porque piensa en el dolor de su madre, que está en pleno duelo, pero también piensa en sus hijos y en sus sobrinos, que ansían vivir la magia y los ritos de estas fechas.

Un nuevo comienzo

Para alguien que se encuentra en pleno duelo por la pérdida de un ser querido, estos días son especialmente difíciles porque se afrontan situaciones por vez primera sin él o ella. Para la familia entera supone un periodo contradictorio y, en especial, para los hijos o la pareja. Por una parte desean que pase, pero, al mismo tiempo, saben que los demás desean verles bien. Esto supone para quien atraviesa el duelo una lucha añadida, pues no desean estropear las fiestas a nadie ni tampoco suponer una preocupación para los demás.

«Estas pérdidas son especialmente importantes para las mujeres –explica la psicóloga Isabel Serrano, directora del Centro EnPositivoSí (www.enpositivosi.com)–, porque, tradicionalmente, definen su identidad a través de las relaciones y el cuidado de los otros. Por eso, en su caso no sufren solo la pérdida del otro; también tienen una sensación de pérdida de sí mismas y el sentido de la propia vida».

El sentimiento de pérdida es más agudo en determinadas fechas durante el primer año (cumpleaños, aniversarios, fiestas), así como cuando hacemos por primera vez actividades que antes se compartían. Pero la Navidad es, además, un periodo donde la despedida y la bienvenida se dan casi simultáneamente, y aunque cada año las Navidades nos retrotraen a todas las pasadas desde la infancia también son, como dice Serrano, «momentos de cierre de un ciclo y de nuevos propósitos para otro que se abre».

Construir otra Navidad

Los expertos apuntan que una buena solución es construir una nueva Navidad. Para ello, es necesario hacer una reunión familiar donde explicar qué celebraciones queremos hacer y cuáles no, si queremos árbol o si habrá regalos. Lo más importante es hablarlo con calma y llegar a acuerdos.

Si tenemos niños es vital explicárselo con claridad, porque lo agradecerán. Desde las asociaciones españolas de ayuda al duelo (www.verdeesmeralda.org , www.alaia-duelo.com, www. almayvida.es ) señalan que es de vital importancia permitir que la persona que lo vive exteriorice su tristeza y dejar que los sentimientos fluyan con naturalidad.

SI NO ESTÁS PARA FIESTAS, REÚNE A TU FAMILIA Y DILES QUÉ CELEBRACIONES QUIERES HACER Y CUÁLES NO

Ten cuidado con…

1 … fingir que no pasa nada

Hay personas que, creyendo que así actúan en beneficio de los demás, actúan sin expresar cómo se sienten y celebran todo de la misma forma que siempre, sin ninguna referencia a la persona ausente. Si es tu caso y no dices nada, por dentro sentirás de forma agobiante la ausencia y, al dolor, sumarás la amargura de no estar haciendo nada para recordar a la persona que ya no está.

2 … viajar lejos de tu ciudad

Especialmente cuando lo haces para realizar actividades que te hagan olvidar las Navidades. Ese sentimiento de huida es natural y una de las fases del duelo, pero debes saber que el año próximo lo pasarás igualmente mal y tendrás que plantearte de nuevo cómo afrontar estas celebraciones.

3 … apartarte de todo

Si el duelo es muy reciente, es posible que los sentimientos sean tan fuertes que te bloqueen. En este caso, puedes optar por no hacer nada y dejar que pasen estas fechas sin celebraciones de ningún tio: ni adornar el árbol de navidad ni organizar o asistir a las reuniones familiares. Pero es importante que avises a los demás de que este año harás una excepción, que seas consciente de las circunstancias y te hagas cargo de que las del año siguiente serán las que realmente vivas como las primeras Navidades de ausencia del ser querido.

Recuérdalo, sí; pero hazlo bien

«Cada duelo es único», señala la psicóloga y psicoterapeuta Isabel Serrano, porque cada persona es única. Pero hay una serie de pautas comunes de actuación que pueden ayudarte a superar estas primeras fiestas sin la presencia de tu ser querido. Estos son sus consejos:

  • Elige un día y un momento determinado para permitir que afloren los recuerdos y los sentimientos asociados al ser querido. De esta forma los controlarás mejor.

  • Narra a alguien algunos de los momentos de tu vida con esa persona. Eso te servirá de válvula de escape.

  • Escribe en un diario cómo te sientes. La narración, aunque sea para uno mismo, siempre ayuda.

  • A algunas personas creyentes les ayuda hablar mentalmente con el fallecido. Al hacerlo, puedes despedirte de esa persona, darle las gracias o pedirle perdón por lo que no funcionó.

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