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Repelentes de insectos ¿Cómo los usas?

Junto con una botella de agua y la crema solar, en la mochila de ningún excursionista que se precie no puede faltar en verano un buen repelente antiinsectos, si no queremos que mosquitos, avispas, tábanos y otros molestos bichos voladores nos acribillen a picotazos.


Recordemos que algunos insectos se sienten atraídos por el color de la ropa (sobre todo por el amarillo y blanco, porque reflejan la luz solar), y también por el calor y el olor que desprenden las sustancias químicas de nuestro sudor, como el ácido láctico o la acetona.

Los repelentes que podemos encontrar en las farmacias y supermercados tienen diferentes formas de presentación, para que elijamos la que más cómoda nos resulte: en spray, en barra o líquidos. Se aplican direc- tamente sobre la piel –algunos también sobre la ropa– y su función, gracias a su composición química, es la de ahuyentar a los insectos; pero, eso sí, no los matan.

Al comprarlos, es recomendable asegurarse de que:

  • Tienen larga duración (es importante sobre todo para que actúen durante toda la noche).

  • Actúan sobre diferentes tipos de insectos.

  • Son incoloros, inodoros o de olor suave.

  • Indican en la etiqueta su composición, para, en caso de alergia o efectos secundarios, poder identificar la sustancia causante.

En herbolarios podemos adquirir repelentes elaborados a base de extractos naturales (citronela, eucalipto, aceite de tomillo, albahaca, poleo, limón…), pero hay que tener en cuenta que su efectividad y duración son menores que los químicos.

¡Que no te piquen!

  1. Aplícate el repelente una hora antes de ponerte crema solar.

  2. Durante el embarazo, consulta al médico si puedes usar repelentes.

  3. Usa prendas de vestir ligeras que cubran la mayor parte de superficie corporal.

  4. Aplica el repelente en las zonas expuestas a los insectos, e incluso también sobre la ropa.

  5. No pulverices repelente en spray directamente sobre la cara, para evitar el contacto con los ojos y la boca. Pulveriza el producto primero sobre las manos y aplicatelo con ellas en la cara. Es muy importante que te laves las manos después.

  6. No debe aplicarse sobre cortes, heridas o zonas irritadas.

  7. Una vez que no estemos expuestos al contacto con insectos, limpia bien la piel con agua y jabón.

Pueden irritar ojos y mucosas, por lo que no se deben aplicar a niños menores de dos años.

 

 

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