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Evita el tabaco, mejora la salud

Tener hábitos saludables y una buena higiene dental puede evitar enfermedades que no afectan solo a nuestra boca.

La salud dental empieza a forjarse desde edades tempranas de la vida. Por ello, una educación en hábitos saludables favorece una buena salud bucodental a lo largo de ella.
Cada vez son más los estudios que relacionan enfermedades sistémicas con expresiones en cavidad oral, siendo éstos los precursores que favorecen los diagnósticos de las enfermedades autoinmunes, cancerígenas o sindrómicas.

Factores de riesgo 

Las enfermedades bucodentales comparten factores de riesgo comunes con las enfermedades sistémicas, la mayoría asociados a factores genéticos y estilos de vida, como llevar una dieta poco saludable, el tabaquismo, consumir alcohol en exceso y una higiene bucodental deficiente.

  • El Tabaco 

Los efectos nocivos del tabaco en la salud dental son innumerables. Desde pequeños cambios estéticos (tinciones de las piezas dentales), periodontitis, hasta distintos tipos de cánceres en la cavidad oral. Además, fumar altera el equilibrio bacteriano de la boca, provocando un disbalance en la barrera protectora con alteración en las defensas, lo que puede predisponer y aumentar las enfermedades bucodentales e intestinales. el papel de los genes. Actualmente, además de profundizar sobre todos los factores de riesgo conocidos, podemos establecer nuevos retos al considerar la genética como una herramienta de prevención potente y al alcance de todos nosotros.

  • La Higiene Bucal 

Tener una boca cuidada no sirve solo para lucir una sonrisa bonita, sino que es imprescindible para evitar patologías graves. Llevar una dieta saludable que nos aporte los nutrientes necesarios para nuestros dientes y encías, evitar los alimentos dañinos como el azúcar, tener buenos hábitos de limpieza y acudir al dentista regularmente son la mejor forma de prevención. 

José Félix Mañes Ferrer
Director Médico Clínica Dental José Félix Mañes Ferrer,Valencia.
El dentista puede ayudar a controlar y recomendar los mejores hábitos de prevención de enfermedades y, por tanto, mejorar la salud de sus pacientes que repercutirá en su bienestar a corto y largo plazo.

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