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Claves del buen viajero, descansa e hidrátate bien

Ante la gran cantidad de desplazamientos que se producen en verano, el Instituto Europeo de Hidratación recomienda a todos los conductores que hagan paradas frecuentes para beber, puesto que es una medida indispensable para mantener el nivel de hidratación que precisa nuestro organismo.


Estos pequeños descansos ayudan, además, a mantener una mejor capacidad de atención y de reacción al volante durante el trayecto, así como a reducir la fatiga física y mental.

Deshidratación: ¿Cómo avisa?

El Instituto Europeo de Hidratación advierte que el cansancio, el dolor de cabeza, la debilidad o la somnolencia son síntomas de deshidratación que pueden evitarse al volante si se mantiene una adecuada hidratación, lo que se consigue bebiendo pequeñas cantidades de líquido a un ritmo regular a lo largo del viaje. Es muy importante evitar estos síntomas desde el primer momento, porque si se mantienen durante demasiado tiempo y llegan a ser severos, pueden afectar a la capacidad cognitiva, a la termorregulación e incluso a alterar la función cardiovascular en personas con factores de riesgo.

No olvidemos que, durante estos meses de calor, la exposición a temperaturas ambientales elevadas aumenta las probabilidades de deshidratación, por la mayor pérdida mayor de agua y electrolitos en el organismo.

¿Y si viajo en avión?

Si vas a tomar un vuelo, y aún más si es de larga distancia, es importante que tengas en cuenta que el aire en cabina normalmente es mucho más seco que el aire exterior, y por ello se recomienda mantener los niveles de hidratación bebiendo 250 ml de líquido adicionales cada hora durante el viaje.

Consejos prácticos

El profesor Lluis Serra Majem, miembro del Comité Científico Asesor del Instituto Europeo de Hidratación y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, nos da algunas ideas para prevenir la deshidratación en los viajes:

  1. Bebe de dos a tres litros de líquido al día de manera continua y en pequeñas cantidades. No confíes únicamente en la sensación de sed, ya que suele aparecer cuando existe cierta deshidratación.

  2. Elige entre una variedad de bebidas: agua, infusiones, refrescos, bebidas con sales minerales, zumos, leche, bebidas vegetales, sopas frías, etcétera. El sabor de las distintas bebidas ayuda a que te apetezca beber más.

  3. Lleva siempre a mano una botella de bebida que te recuerde la necesidad de beber.

  4. En caso de sentir sueño, lo primero es hacer una parada, refrescarnos la cara, comer algo ligero y optar por bebidas con cafeína, que nos ayudan a permanecer alerta. Si seguimos con fatiga, será mejor descansar y no volver a coger el coche.

  5. Toma alimentos ricos en agua (frutas, verduras y hortalizas).

  6. Evitar el consumo de bebidas alcohólicas, puesto que tienen efecto diurético y deshidratan.

  7. Vigila la adecuada ingesta de líquido de los mayores y los niños.

Si vas a pasar muchas horas en el coche, recuerda que es fundamental para tu salud y para tu capacidad de atención que repongas líquidos cada poco tiempo.

 

 

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