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Ligamentos y tendones: Los engranajes de tu esqueleto

Nuestro cuerpo es una perfecta máquina articulada gracias a los tendones y los ligamentos.

¿Qué son y cuál es su función?

A veces los confundimos al hablar de ellos, pero son estructuras diferentes:

  • Los tendones son tejidos fibrosos formados por fuertes fibras de colágeno que conectan los músculos con los huesos. Algunos músculos tienen tendones muy cortos (por ejemplo, los del globo ocular), mientras que otros tienen una longitud considerable. Los tendones transmiten la fuerza muscular hacia los huesos para producir el movimiento del cuerpo.

  • Los ligamentos son también un conjunto de fibras resistentes que tienen la función de unir los huesos adyacentes entre sí, formando las articulaciones y dando estabilidad al conjunto del esqueleto. En las articulaciones, los ligamentos dirigen el sentido y la amplitud de cada movimiento.

¡Qué curioso!

Al tener una composición similar, es posible reparar roturas de ligamentos con un fragmento de tendón del mismo paciente. Esto se puede hacer, por ejemplo, en el caso la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla, una lesión deportiva muy frecuente. 

Sus lesiones más comunes: 

  • Esguinces: Se produce cuando hay una distensión (estiramiento excesivo), torsión o rasgadura de un ligamento, de forma que este se queda laxo, produciendo dolor, inestabilidad, hinchazón y, a veces, hasta un hematoma en la articulación afectada. Suelen ocurrir sobre todo en rodillas, tobillos, muñecas y hombros.

  • Tendinitis: Es una distensión o desgarro de los tendones. Presenta síntomas similares a los de los esguinces, con intenso dolor e inflamación. A menudo se debe a una excesiva sobrecarga de un tendón haciendo actividad física sin haber calentado antes de forma adecuada. Particularmente, el tendón de Aquiles puede sufrir este tipo de lesión ante golpes o torceduras del tobillo.

  • Roturas de tendones y ligamentos: Pueden romperse de forma espontánea tras un sobreesfuerzo continuado, o como consecuencia de traumatismos (golpe, corte, herida...).

¿Cómo debemos tratarlas?

  • Ante todo, ¡Con mucha paciencia! Dependiendo del tipo de lesión, su recuperación puede durar de unas semanas a varios meses. Es muy importante seguir las recomendaciones del médico y/o del fisioterapeuta en cuanto a reposo, ejercicios, etc.

  • De lo contrario, si forzamos la articulación afectada, existe la posibilidad de no recuperar la movilidad previa a la lesión, y a veces puede ser necesario pasar, incluso, por el quirófano.

¡Toma nota!

No solo los deportistas están expuestos a hacerse lesiones de articulaciones que afectan a tendones y ligamentos. A cualquiera nos puede ocurrir por un descuido en casa o en la calle: un resbalón o tropiezo, un traspiés en las escaleras… 

Para prevenir, ¡estirar! 

  • Para fortalecer y mejorar la flexibilidad de tendones y ligamentos, sobre todo antes de hacer ejercicio, realiza estiramientos suaves y controlados. Elonga los diferentes grupos musculares (piernas, brazos, pies, manos, cuello, hombros...) entre 10 y 30 segundos, notando tensión controlada, pero no dolor. A continuación, tras dejar a los músculos descansar unos instantes, repetir el ejercicio.

  • ¡Respira! Mientras estiras, mantén un ritmo de respiración relajada y constante, para ayudar al cuerpo a relajarse y ayudarle a estirarse mejor.

 

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