Imprimir esta página

Los beneficios de una vida activa

No importa la edad que tengas, si no has hecho ejercicio antes de manera habitual, o aun si padeces alguna enfermedad o trastorno que limite tu capacidad física: nunca es tarde para comenzar a seguir un estilo de vida activa y hacer frente al sobrepeso y a la obesidad.


Cada vez nos movemos menos: utilizamos el coche o el transporte público incluso para distancias cortas en vez de ir caminando, preferimos las escaleras mecánicas y ascensores a subir las escaleras a pie, y ocupamos demasiado tiempo libre con actividades “pasivas” como ver la televisión o –en el caso de los más jóvenes– pasar horas frente al ordenador o la videoconsola. 

Desde luego, con ello no estamos haciendo nada a favor de nuestra salud y bienestar, sino que estamos consiguiendo justo lo contrario: perder calidad de vida y favorecer que se acumulen los kilos de más, lo que nos pone en riesgo de padecer diabetes, colesterol alto, hipertensión y problemas de huesos o articulaciones, entre otras enfermedades.

¡Muévete, muévete!

El cuerpo humano está diseñado para moverse. Junto con una dieta equilibrada, para combatir la obesidad es fundamental hacer actividad física, con la que logramos un objetivo muy importante: además de quemar calorías, aceleramos nuestro metabolismo, o lo que es lo mismo, el proceso por el que el cuerpo “quema” la energía que obtiene de los alimentos, consiguiendo que ésta no se acumule en forma de grasa y que nos sea más fácil perder peso de forma progresiva. 

Por otra parte, la actividad física –al contrario de lo que se suele pensar– calma la sensación de apetito, y como también alivia la ansiedad y el estrés, contribuye a que reduzcamos la ingesta de alimentos. Eso sí, para reponer los líquidos, sales minerales y electrolitos que se pierden con el ejercicio, no olvidemos que hay que ingerir la cantidad adecuada de bebidas que nos ayuden a mantener una óptima hidratación y que nos aporten esos nutrientes. 

Al mismo tiempo, si nos mantenemos en buena forma, ganamos agilidad y fuerza. En definitiva, nos sentimos mejor y nuestro ánimo mejora, a lo que también ayudan las endorfinas que libera el organismo cuando lo ponemos “en marcha” con ejercicio.

Para perder peso y ganar calidad de vida, haz actividad física.

Para la salud, no sólo deporte

Un estilo de vida activo y saludable como prevención del sobrepeso y la obesidad no exige que practiquemos estrictamente un deporte: en realidad significa aprovechar todas las oportunidades del día para hacer algún tipo de actividad física, en los momentos de ocio, en familia o con amigos y en todas las tareas cotidianas que realizamos. Además de intentar ser más activos en el día a día, lo mejor es practicar actividades que nos gusten, adecuadas a nuestras capacidades, aumentando poco a poco la intensidad y la duración. Con un poco de constancia, los progresos se notan en pocos días, y eso nos anima a continuar. ¿A qué esperas para comprobar que hacer ejercicio también es bueno para ti?

 

 

Artículos relacionados

El presente sitio web utiliza cookies, propias y de terceros, para la mejora de nuestros servicios y de su experiencia como usuario, así como para ofrecerle publicidad relacionada con sus preferencias mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Si continúa navegando consideramos que acepta su uso.