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Detectar el Helicobacter Pylori para aliviar la úlcera de estómago

Muchas personas conviven con esta bacteria durante toda la vida sin que les afecte. Sin embargo, otras pueden desarrollan una úlcera péptica por esta misma causa. 

Aunque todos hemos escuchado hablar del Helicobacter Pylori y su relación con las úlceras pépticas, suelen surgir muchas dudas que en relación a este tema.

El principal síntoma de las úlceras –y así nos lo consultan los socios y socias que llaman al Teléfono de Atención Médica del Club– es la molestia o dolor en el epigastrio, localizado en la parte superior del abdomen. Las personas que padecen este malestar suelen notar que la molestia se alivia cuando han comido algo y tomando un antiácido, aunque reaparece unas horas después. A veces, incluso, los afectados se despiertan de noche con dolor y tienen que comer o beber algo para aliviarlo.

¿Qué es una úlcera péptica?

Una úlcera péptica es una lesión en forma de herida, bien en la mucosa del estómago (úlcera gástrica) o bien en la del duodeno (úlcera duodenal). Durante mucho tiempo se pensó que su principal causa era la producción excesiva de ácido clorhídrico en el estómago. Sin embargo, actualmente se considera que las dos causas más frecuentes son la infección por el Helicobacter Pylori y el consumo de antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco, ácido acetilsalicílico…).

El Helicobacter Pylori

Es una bacteria que se adquiere en la infancia y que se aloja durante años en el interior del estómago. En la mayoría de los casos, la persona convive sin problema con la infección a lo largo de la vida, mientras que una pequeña parte de quienes la tienen desarrollarán una úlcera péptica. Se ha comprobado que en estos pacientes, si se trata esta infección, se consigue una mejoría clara de los síntomas, una más rápida cicatrización de la úlcera y una menor probabilidad de que el problema reaparezca.

No se conoce exactamente el modo de transmisión del Helicobacter Pylori, por lo que no hay recomendaciones específicas a las personas afectadas para evitar el contagio.

¿Y si la prueba da resultado positivo?

En ese caso, el médico prescribe un tratamiento durante una semana para eliminar la infección. Este tratamiento combina tres medicamentos distintos:

  • Dos antibióticos (amoxicilina y claritromicina) y
  • Un fármaco que disminuye la producción de ácido (omeprazol). 

Una vez finalizado el tratamiento, y transcurridas cuatro semanas, suele repetirse el test del aliento para comprobar si éste ha funcionado. Con esta pauta suele eliminarse la infección en un 85% de los casos, pero hay un pequeño porcentaje en el que esto no es posible, bien porque la bacteria es resistente a los antibióticos empleados, o bien porque el paciente no ha cumplido el tratamiento tal y como le indicó el médico.

Si el resultado de la prueba sale de nuevo positivo, se procede entonces a realizar un segundo tratamiento, esta vez combinando cuatro medicamentos:

  • Omeprazol,
  • Subcitrato de bismuto,
  • y dos antibióticos, metronidazol y una tetraciclina,

e insistiendo en la importancia de un correcto cumplimiento. Si a pesar de este segundo tratamiento persiste la infección, el médico estudiará si existe resistencia a los antibióticos empleados para poder así prescribir el antibiótico que sea efectivo en cada caso.

Pueden aparecer algunas molestias gastrointestinales asociados al uso de estos antibióticos, pero suelen ser de tipo leve, por lo que, en general, la mayor parte de los pacientes suelen tolerar bien este tipo de tratamiento.

¿Cómo se detecta? 

Existen varias pruebas que permiten detectar la presencia de la bacteria Helicobacter Pylori, entre ellas:

  • El test rápido de la ureasa, que requiere toma de muestras de la mucosa digestiva mediante endoscopia.
  • Prueba del aliento con 13Curea. Es la prueba más usada y la más sencilla, y además no precisa endoscopia ni muestras.

Consta de dos pasos:

  1. Se ingiere medio vaso de un líquido con sabor a limón y, tras esperar unos diez minutos, soplamos a través de una pajita.

  2. Se toma un vaso de agua con urea marcada disuelta, y tras esperar 30 minutos, soplamos de nuevo.

Para que la prueba salga bien, es preciso no haber tomado antibióticos o medicamentos para la úlcera unas tres semanas antes de su realización.

¡Corta con... el tabaco!

Te damos una razón más para que dejes de fumar de una vez por todas: existe una relación clara entre la úlcera péptica y el tabaco

  • Retrasa la cicatrización de la úlcera.

  • Favorece la reaparición de los síntomas.

  • Puede disminuir la eficacia de algunos tratamientos.

  • Aumenta el riesgo de complicaciones.

 

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