Organízate
Son muchas las cosas que tienes que preparar, por eso es fundamental que te organices y que te encomiendes tareas que puedas llevar a cabo. Por la mañana, tómate una hora para organizar todas las tareas que has de hacer. Puedes incluso realizar listas de trabajo para que tus objetivos queden claros, por ejemplo, las compras.
No te salgas del presupuesto
Es uno de los problemas de estas fiestas y más en el contexto actual. Trata de no hacer compras por encima de tus posibilidades ni a ciegas. Fíjate un presupuesto de forma realista y cúmplelo. Puede que este año no puedas hacer una cena con productos como en años anteriores o hacer regalos muy caros. No te frustres, lo importante de estos días es compartir cosas que no tienen precio, como el cariño.
¡Empieza ya!
¿Por qué hacerlo todo con estrés en el último momento? Este año, divide tus tareas, de forma que todos los días puedas ir resolviendo asuntos. Busca en tu agenda espacios de tiempo para empezar ya a preparar las cosas.
Olvida el perfeccionismo y apúntate a la eficiencia
La perfección es imposible. Si pretendes alcanzarla, lo que conseguirás será añadir más estrés a tu vida. No olvides que tu objetivo no es hacerlo todo perfecto, sino que aquello que hagas sea agradable para los tuyos y también para ti.
Delega
Si necesitas ayuda para preparar estas fiestas, para cocinar el menú o para las compras, no quiere decir que seas una incompetente. Significa que eres humana. ¿Por qué no trabajar en equipo? Puede que sea divertido y mucho más eficaz.
Tómate tu tiempo
Para que puedas llevar a cabo todas tus tareas es necesario que estés al cien por cien, y eso implica que te tomes un tiempo para descansar, para poder disfrutar de un poco de calma y tranquilidad contigo misma y te enorgullezcas de todo lo que has conseguido.
La idea es disfrutar con la compañía de tus seres queridos, no tratar de impresionarlos a costa de tu bienestar y de tu cordura
