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Enfermedades cardíacas ¿Tienes a raya los factores de riesgo?

Siempre hay que tener la guardia alta, pero pasados los 45 años es vital tener bajo control los cinco factores de riesgo cardiovascular: hipertensión, colesterol, diabetes, tabaquismo y obesidad. Te ahorrarás más de un susto.


Pedro está a punto de cumplir los 50 años, y desde hace dos debe controlar su diabetes con antidiabéticos orales. También tiene sobrepeso, pero su ritmo de vida y su escasa fuerza de voluntad hacen que esos esos kilos de más sigan ahí. Y, por otra parte, fuma de cuatro a cinco cigarrilos al día, pero piensa que, al ser tan poco, no puede ser tan dañino…

Apartentemente está sano, pero Pedro tiene tres de los cinco factores de riesgo que aumentan exponencialmente la probabilidad de sufrir una cardiopatía o un accidentes cerebrovascular (los otros dos son la hipertensión y la hipercolesterolemia).

Por suerte, la ciencia médica y los profesionales que trabajan en ella tienen cada vez más conocimientos y recursos para luchar contra estas amenazas. Pero con eso no basta: la concienciación del paciente es básica para reducir las cifras de mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Una concienciación que debe empezar de jóvenes. «Se suele hablar de la barrera de los 50, pero está claro que la clave está en educarse, informarse y cuidarse desde niños –explica la doctora Almudena Castro, presidenta de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología–. Y, en todo caso, ¿por qué no bajar aún más esa barrera de cuidado y prevención a los 40 o a los 35 años? Los problemas de salud que nos aquejan en la actualidad son un efecto de los fallos en la prevención primaria, pero estamos a tiempo de arreglarlo. Porque cuanto antes tomemos las riendas de nuestra vida, mejor y más tiempo viviremos».

Falta más ejercicio

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ocho de cada diez infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares prematuros se podrían prevenir con dieta sana, actividad física regular y dejando de fumar. En cuanto a la dieta, nunca está de más recordar el dream team de la nutrición saludable: muchas frutas y verduras, cereales integrales, carnes magras, pescado, legumbres, y poca sal y azúcar.

En cuanto al ejercicio, media hora diaria de actividad física ayuda a mantener el sistema cardiovascular en forma; eso, como mínimo porque, la OMS recomienda 60 minutos diarios de ejercicio para mantener un peso normal y un corazón sano. Otro aspecto fundamental para la buena salud cardiovascular es dejar el tabaco. «Si tuviera que elegir un supuesto, preferiría que un paciente fuera obeso a que fumase», asegura la doctora Almudena Castro.

Junto con estas pautas saludables, hay otras tres que completan los esfuerzos que debemos hacer cada uno para tener un corazón sano: controlar la tensión arterial, el exceso de azúcar en la sangre y la hipercolesterolemia.

Mantener estos factores a raya, tomar los medicamentos apropiados para cada afección y hacer el resto de deberes (ejercicio, dieta sana y no fumar) reducirían sensiblemente los accidentes vasculares en los próximos años. Así lo confirma la doctora Ana Corral: «Los médicos de Atención Primaria somos la puerta de entrada al sistema sanitario, los primeros que informamos de estos factores de riesgo y los primeros que analizamos factores como IMC, glucosa, colesterol o tensión».

Por norma general, Corral asegura que los pacientes están cada vez más informados y concienciados, aunque aún hay que concienciar más: «Por ejemplo, de que la diabetes es un factor de riesgo coronario y de que el tabaco, además de cáncer, origina patologías cardiovasculares. Por suerte, los pacientes son cada vez más conscientes de la importancia de una buena dieta combinada con ejercicio físico y de la necesidad de controlar, al menos una vez al mes y en términos generales, los niveles de tensión y de glucosa en sangre, combinado con una analítica de control cada seis meses». Lo hemos oído muchas veces, pero la vigencia de la frase «Prevenir es curar» sigue en todo lo alto.

60.000 personas mueren cada año en España a causa del tabaco, y 1.600 de ellas son fumadores pasivos. Según datos del Ministerio de Sanidad, el tabaco es la primera causa de muerte evitable en nuestro país.

Hipertensión: Como máximo 135/85mmHg

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2013, la hipertensión arterial afecta a mil millones de personas en todo el mundo (una de cada siete personas) y causa, anualmente, nueve millones de fallecimientos. Se la conoce como “la asesina silenciosa” porque la mayoría de las veces cursa sin síntomas, lo que hace que una buena parte de los afectados no sepan que su tensión arterial está por encima de los límites máximos, establecidos en 135/85 mmHg. Pero la puede tener bajo control de vida más cardiosaludable: dieta variada y equilibrada, físico diario, medicación sea necesaria y la reducción mínimo del consumo Emprender y mantener iniciativas saludables raya esta inquietante que no lo sería tanto cuidásemos más.

Colesterol: El general, a 200; el LDL, por debajo de 125

El colesterol LDL, el conocido como colesterol “malo”, provoca la formación de placa en las arterias, obstruyéndolas y haciéndolas rígidas, lo que puede desencadenar desde infartos a accidentes cerebrovasculares. Para asegurarse una menor incidencia de estos, los especialistas han reducido tanto sus límites máximos como los del colesterol total, que ahora está en 200. En las personas que han sufrido alguno de estos episodios, para los que la barrera estaba en 100, ahora se ha situado en 70; y para las personas sanas, el nivel máximo de LDL se ha establecido en 125. _El control de los factores de riesgo ha hecho que el baremo NTT (Número de Pacientes a Tratar) haya bajado a 30, lo que significa que tratar a 30 pacientes previene y evita una muerte_. Una alimentación equilibrada y sin grasas saturadas, ejercicio con regularidad y moderación (caminar, carrera suave, ciclismo, natación…), más la eficacia de los medicamentos, hacen que los números cuadren cada vez más.

Diabetes: Sufrirla multiplica por dos el riesgo de infarto

Es, por sí misma, una enfermedad y, además, un claro factor de riesgo. Y no solo para el corazón, sino también para las pequeñas arterias y venas que llegan a la retina, al riñón… Es una enfermedad compleja ante la que especialistas como la doctora Almudena Castro reconocen que _aún queda camino para determinar hasta qué punto el exceso de azúcar es, por sí misma, un claro marcador de riesgo coronario_. La prevención y tratamiento de la diabetes pasan por la concienciación y la educación. Para prevenirla, lo primero es adherirse a los patrones de la dieta mediterránea, sin excesos, y practicar ejercicio de forma regular. Y si la enfermedad ya está ahí, esos mandamientos son de obligado cumplimiento. Datos como que la probabilidad de sufi r un infarto es dos veces mayor en los hombres y cinco en las mujeres que sufren diabetes deberían hacernos recapacitar sobre esta enfermedad.

Tabaquismo: Déjalo y en un año tu riesgo de infarto será la mitad 

Es el factor de riesgo más evidente y peligroso para la salud cardiovascular. ¡Y no solo para el fumador! Fumar eleva diez veces el riesgo de sufrir un accidente coronario, y de tres a cinco veces el de los fumadores pasivos. “La  “ley antitabaco” tuvo un efecto inmediato: redujo los infartos de miocardio y las hospitalizaciones por asma y EPOC; pero el descenso mayor fue entre los fumadores pasivos”, asegura la doctora Castro. Por poco que se fume, las arterias sufren daño y, en el caso de dejarlo, el riesgo cardiovascular se reduce hasta la mitad en el primer año. Las normas de prevención son claras: no fumar bajo ningún concepto y, si se hace, evitar hacerlo en presencia de otras personas (sobre todo, niños). La suerte es que en casi todos los hospitales existen programas para dejar de fumar, con seguimientos semanales a todos aquellos que quieren dejarlo.

Obesidad: Adelgazar rebaja la tensión, el colesterol…

Según la OMS, más de 1.900 millones de adultos de todo el mundo sufren sobrepeso. Y más de 600 millones (un 13% de la población mundial) son obesos. Y la obesidad es, por sí misma, un factor de riesgo capaz de desencadenar enfermedades coronarias. La buena educación nutricional desde los primeros años de vida es fundamental para acabar con esta epidemia, sobre todo porque se sabe de sobra que la dieta mediterránea el ejercicio físico son mantener el peso cardiovascular. Los beneficios de perder peso se notan de inmediato, como demuestran las personas operadas con cirugía bariátrica, a los que les baja el colesterol, la tensión arterial, y si siguen los consejos de los especialistas, al año pueden hasta dejar de tomar los antidiabéticos orales.

La OMS recomienda 60 minutos diarios de ejercicio para un corazón sano; media hora sería lo mínimo.

 

 

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