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Cítricos: Exprime sus beneficios

La vitamina C, que tienen en cantidades masivas, no previene los catarros, como erróneamente se piensa, pero sí ayuda a que sus síntomas sean más leves y a que duren menos. Ahora que están en su punto justo, no esperes más y asegúrate un invierno tranquilo...


Mucho antes de que se descubrieran científicamente sus propiedades, las naranjas y muchos otros cítricos ya se consumían hace más de mil años en el sureste asiático. Pero a diferencia de los primeros afortunados que probaron este fruto invernal, que llegó a Europa gracias a los árabes, hoy sabemos que su vitamina C es un poderoso antioxidante natural. Y que esa vitamina C, unida a la vitamina E y a sus betacarotenos, contribuye a prevenir ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardíacas. Y que sus polifenoles tienen también propiedades antioxidantes, antimutagénicas, antiinflamatorias, antialérgicas, antivirales, antiproliferativas, cardioprotectoras, efectos anticarcinogénicos y disminuyen el colesterol.

Contra la “Fast food”

Por si fuera poco, un estudio realizado en 2011 en la Universidad de Búfalo (EE.UU.) concluía que «el consumo de zumo de naranja con una comida rica en grasas e hidratos de carbono impide el aumento de las especies reactivas de oxígeno y otros agentes inflamatorios». Es decir, que contrarresta los efectos negativos de la comida rápida.

Pese a ser tan beneficiosa, hay individuos que no toleran la naranja. A los enfermos de Crohn o quienes padecen colitis ulcerosa o síndrome del intestino irritable, la naranja les provoca desde molestias y pesadez hasta náuseas. Y la naranja está también entre los alimentos que, según un estudio de la Asociación Española de Pacientes con Cefalea, es sospechoso de liberar histamina en nuestro organismo, cuya acumulación excesiva es responsable de las migrañas.

En cualquier caso, los beneficios de la naranja son muy superiores a sus desventajas. Y somos un país que las produce y comercializa la mayor parte del año a precios razonables. Entonces, ¿por qué no lo aprovechas?

La piel del limón: una “bomba” de salud

Bajo su anodina apariencia, la piel del limón es una caja de sorpresas. Es rica en potasio, calcio y hierro y su aporte calórico es prácticamente nulo, por lo que puede consumirse sin límite. Y es pura vitamina C, fundamental para las defensas y para combatir los radicales libres. Además, los aceites esenciales que la forman son sumamente beneficiosos para una buena digestión.

La suma de vitamina C y calcio que tiene la piel del limón también es perfecta para la salud ósea y bucal. Ayuda a que los dientes estén bien y no sufras, por ejemplo, de gingivitis.

8 propiedades de la naranja

  1. PREVIENE EL CÁNCER: El consumo regular de naranjas ayuda a luchar contra los cánceres de pulmón, boca, mama y piel. Eso es gracias a un componente llamado D-limomeno que también se encuentra en otro cítricos.

  2. REGULA LA TENSIÓN: Un compuesto de la naranja llamado hesperidina, cuando se combina con el magnesio, juega un papel vital en la reducción de la presión arterial.

  3. REDUCE EL COLESTEROL “MALO”: El mismo compuesto que regula la tensión, la hesperidina, cuando trabaja junto con la pectina –presente en los cítricos–, evita que el cuerpo absorba grasas, lo que contribuye a reducir el colesterol.

  4. ALIVIA LA ARTRITIS: Alivia la inflamación en la artritis reumatoide y también previene la artrosis porque protege los cartílagos de las articulaciones.

  5. MEJORA EL ESPERMA: Un compuesto de color naranja de las naranjas, el folato, produce este efecto . Además, según algunas investigaciones, lo protege de los daños genéticos.

  6. FORTALECE EL SISTEMA INMUNE: Contiene altos niveles de ácido ascórbico (vitamina C), que estimula y fortalece el sistema inmune.

  7. ALEJA EL ESTREÑIMIENTO: El alto contenido en fibra de la naranja y del resto de cítricos ayuda a promover la expulsión de heces.

  8. PROTEGE AL CORAZÓN: Según los expertos en cardiología, el ácido fólico y la herperidina que se encuentran en las naranjas y los cítricos ayudan a mantener el sistema cardiovascular a pleno rendimiento.

 

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