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Videojuegos. ¿Cuándo parar?

Aunque no se catalogue como tal, entre la excesiva dependencia de los videojuegos y las adicciones hay puntos en común. Te ofrecemos las pautas para que tus hijos disfruten de los pros de estos juegos (que los tienen) y evitar sus contras.

EL 62 por ciento de los niños y adolescentes españoles juega habitualmente con videojuegos, y emplea en esta afición una media de 5,2 horas a la semana, según cifras del Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe).

Un uso controlado de este entretenimiento tiene innegables beneficios para el desarrollo del niño, pero, ¿pueden llegar a convertirse los videojuegos en una adicción a causa de un uso excesivo? No del todo, pero sí hay puntos comunes entre su uso descontrolado y las adicciones. El psicólogo José Antonio Molina (www.psicologoterapeuta.com), autor de libros como S.O.S. Tengo una adicción, lo explica: «En los manuales de diagnóstico no aparecen como una adicción, pero sí se observan patrones comunes con ellas, como la tolerancia –jugar cada vez más tiempo para conseguir una gratificación– y el síndrome de abstinencia –sobre todo cuando se prohíbe–, que causa irritabilidad y angustia». En los casos más extremos, las consecuencias negativas de un uso excesivo de los videojuegos sí son similares a las de las adicciones: problemas con la familia y las relaciones sociales, descuido de las obligaciones...

De todos modos, Molina llama a la calma y a colocar las cosas en su contexto. «Los juegos on-line pueden ser positivos al favorecer la sociabilidad, el contacto con los demás…». Algunos videojuegos, además, estimulan la memoria y la atención, ayudan a desarrollar habilidades cognitivas y favorecen la capacidad visoespacial.

Incluso algunos estudios subrayan que los videojuegos ayudan a liberar dopamina, un neurotransmisor que produce bienestar. «Pero el asunto se complica –asegura Molina– si los videojuegos son casi la única vía de comunicación con el exterior. En el caso de juegos violentos (por sí mismos, y con la edad adecuada), no deben suponer un problema, salvo que en esa persona confluyan otros factores psicológicos que hagan que digiera mal ese tipo de contenidos», explica el especialista.

 

El control, lo primero

A partir de aquí, es labor de todos, desde el propio jugador a su familia o amigos, detectar el momento en el que esta afición puede afectar a la vida cotidiana. ¿Lo mejor? Que los adultos pongan atención y ejerzan el control necesario sobre esta parcela de ocio. El sistema PEGI (Pan European Game Information), un mecanismo de autorregulación creado por la propia industria, puede servir como un primer control.  El sistema informa de la edad recomendada para el consumo de cada videojuego y de su contenido con logotipos basados en las luces del semáforo. Además, emplea etiquetas para los juegos online que acreditan que los operadores de contenidos cumplen con los requisitos legales. 

 

Cuidado si…

…tu hijo se pasa muchas horas ante la pantalla sin darle la menor importancia.

…se quita horas de sueño para jugar.

…reacciona de forma negativa a las críticas, y más aún ante la prohibición de jugar.

…el juego afecta a sus relaciones sociales y amistades.

…disminuye su rendimiento escolar.

…llega, en casos extremos, a sustraer dinero para comprar más videojuegos.

 

ESTRATEGIAS PARA AYUDARLO

Alicia López de Fez, psicóloga, sexóloga, especialista en psicología infantil y adolescente, fundadora y directora del Centro de Psicología López de Fez en Valencia, ofrece consejos para afrontar el abuso de los videojuegos:

MEDIDAS PREVENTIVAS

- Ubica la consola en un lugar común de la casa.

- Define y pacta con tus hijos durante cuánto tiempo se puede jugar –cada día, cuántos días a la semana…– siempre desde el diálogo y el sentido común.

- Impídele que juegue si el tiempo que va a utilizar para ello se lo va a restar a las horas de sueño.

- Oblígale a descansar cinco minutos cada hora.

- Haz que emplee algún medio –un despertador, una alarma– para que el niño sea consciente del tiempo que pasa jugando.

- Lee con atención el etiquetado y la información que acompaña a los videojuegos para informarte de sus contenidos y si son aptos para la edad de tu hijo.

- Prioriza la compra o el acceso a videojuegos multiusuario, ya que propician el juego compartido.

MEDIDAS DE AYUDA

- Conciencia al niño sobre lo que está dejando de hacer por el excesivo tiempo dedicado a esta actividad

- Incentívalo para que viva también el mundo real, con alternativas de ocio como música, lectura, deporte, medio ambiente, montaña, manualidades, creatividad…

- Acude a un profesional que emplee técnicas de terapia familiar sistémica para establecer límites a tus hijos y para devolver el control de la familia a los padres.

- Modifica y controla los patrones de uso y abuso de los videojuegos a través de técnicas conductuales de manejo de contingencias y de reforzamiento. El especialista te ayudará en esta tarea.

 

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