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Nutre tu piel con colágeno

Es el responsable de la firmeza y elasticidad cutáneas. Procura que no te falte la cantidad necesaria a diario.


El colágeno forma parte de los componentes de muchas cremas faciales y otros productos de belleza, pero en general se conoce poco acerca de la importante función de esta proteína en el organismo. En mayor o menor medida, en todos los órganos de nuestro cuerpo hay colágeno. Es parte fundamental de la estructura del cartílago de las articulaciones, de los tendones y ligamentos, de los huesos y de la piel, y también del tejido conectivo que envuelve, protege y sostiene los músculos y órganos vitales.

Disminuye con la edad

Con la edad, la producción de colágeno por el organismo disminuye, y ello tiene mucho que ver con el envejecimiento de nuestros órganos. La piel es donde más se evidencia este proceso, especialmente en las mujeres, debido a la disminución de estrógenos que tiene lugar en la menopausia. Las mallas y fibras de colágeno pierden elasticidad y grosor, y el resultado son líneas de expresión más marcadas, arrugas y falta de firmeza. Por otra parte, unos niveles insuficientes de colágeno también aceleran la pérdida de densidad ósea y el desgaste de las articulaciones que tienen lugar, sobre todo, a partir de los 50 años. Este último se ve acentuado por la práctica intensiva de deporte, las actividades físicas repetitivas, el sobrepeso, el sedentarismo y los traumatismos. 

Si en nuestra alimentación diaria no incluimos suficiente cantidad de colágeno asimilable (son fuentes naturales de este nutriente los caldos de carne o pescado sometidos a largas cocciones, los callos, las manitas de cerdo, etc.), estaremos contribuyendo al envejecimiento prematuro del organismo, lo cual se reflejará de manera notable en el aspecto y en la salud de nuestra piel.

Piel más tersa

Rigurosos estudios científicos y clínicos realizados en Japón y en el Departamento de Dermatología del Hospital del Mar de Barcelona demuestran que complementando diariamente nuestra dieta una cucharada sopera (10 gramos) de colágeno hidrolizado (predigerido), fácilmente asimilable, nutrimos las células que elaboran el colágeno de nuestra piel, con lo que se ralentiza la formación de arrugas y prevenimos la flaccidez y la falta de elasticidad.

Por sus especiales características y propiedades, el colágeno hidrolizado ha demostrado ser de gran ayuda en los tratamientos estéticos, dérmicos y postquirúrgicos. Los efectos comienzan a notarse tras tres meses de consumo diario de este colágeno. Su ingesta es muy sencilla y agradable: se puede tomar en el desayuno o en la merienda, añadiéndolo a la leche o al café.

 

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