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Embarazo y endocrino: Un gran equipo

La figura del endocrino está muy ligada al embarazo. Desde que tomas la decisión de quedarte embarazada, durante todo el periodo gestacional, e incluso hasta después del parto...

Si pensamos en un embarazo, rápidamente visualizamos el papel del ginecólogo. Pero lo cierto es que los endocrinos también intervienen durante todo el periodo gestacional. Para ponerte en contexto, la especialidad de endocrinología es la encargada del estudio de las hormonas y, como sabrás, el embarazo se caracteriza por ser una verdadera “tormenta hormonal” para la mujer, implica fuertes cambios en este sentido.

Para empezar, son muchas las mujeres que desean quedarse embarazadas pero, por problemas de sobrepeso, pueden requerir ayuda. Es en ese momento cuando el endocrino actúa. Y es que la obesidad o el sobrepeso conllevan dificultades en las mujeres que pretenden quedarse embarazadas y en las que ya lo están.


Problemas frecuentes

· La DIABETES GESTACIONAL es una de las alteraciones más frecuentes.Aproximadamente le ocurre al 30 por ciento de las embarazadas. ¿En qué consiste? Se trata de la alteración del metabolismo de la glucosa (azúcar) detectada por primera vez durante la gestación. El diagnóstico suele realizarse entre las semanas 24-28 de gestación mediante una prueba (O´Sullivan).

Cuando se confirma el diagnóstico, el médico te ofrecerá asesoramiento nutricional, te informará de qué es lo que debes comer y cómo hacerlo. Es vital que sigas todas las pautas que te recomiendan. Además, también te ofrecerá una serie de ejercicios para mantener una correcta actividad física. Por otro lado, y para mantener bajo control tus niveles de azúcar en sangre, te proporcionarán un glucómetro, un dispositivo para que realices autocontroles de glucemia. Durante las siguientes revisiones se valorará la necesidad o no de incorporarte como tratamiento la insulina. Posteriormente, se hará un informe para el momento del parto y se darán recomendaciones tras el parto.

· HIPERTIROIDISMO. Este problema consiste en que tu cuerpo segrega en exceso la hormona tiroidea, como consecuencia de una hiperactividad de la glándula tiroidea. Lo ideal es que toda mujer controle su estado de tiroides antes de quedarse embarazada, especialmente si ya ha padecido esta enfermedad o cuenta con familiares que la hayan tenido.

Los síntomas más habituales de esta afección son: irritabilidad, debilidad muscular, nerviosismo o pulso acelerado. Para diagnosticar el hipertiroidismo se realiza un análisis de sangre que mide los niveles concretos de esta hormona. En cuanto al tratamiento:

  • Administración de medicamentos anitiroideos.
  • Control médico permanente, tanto de la madre como del bebé.

La nutrición, uno de los pilares fundamentales del embarazo

Es aconsejable que lleves una dieta sana y equilibrada teniendo en cuenta las siguientes pautas:

  • Consumir dos veces al día proteínas de origen animal como carne, aves, pescado o huevos.
  • Tomar de medio litro a un litro de leche al día o derivados como el queso o el yogur.
  • Frutas y verduras, dos veces al día.
  • Consumo moderado de arroz, pasta, pan y legumbres. Es mejor que tomes pan integral.
  • Bebe abundante agua.
  • Reduce el consumo de grasas.

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