¿Con qué productos debo hacerlo? ¿Con cuánta frecuencia? Resolvemos todas tus dudas sobre el cuidado de tu rostro. Toma nota y ¡presume de piel!

Es tan importante como cepillarnos los dientes a diario. Sin embargo, y generalmente por pereza o falta de tiempo, a veces nos saltamos esta práctica tan esencial y, aunque no lo notemos al instante, hacemos que nuestra piel sufra innecesariamente. Presta atención a los pasos que debes seguir y comprométete a ser constante con este hábito.

Lavar

Lo primero, antes de aplicar ningún producto, debemos mojar minuciosamente nuestra cara con agua tibia. En caso de tener restos de maquillaje, deberás desmaquillarte bien y a continuación, con el rostro limpio, volver a lavar el rostro, esta vez aplicando un jabón especial para limpiezas de cutis y apropiado a tu tipo de piel.

Regenerar

¿Notas la piel estropeada? Es hora de reactivarla. Utiliza un exfoliante para retirar la suciedad acumulada en los poros y aplica después una mascarilla que nutra y dé brillo a tu cutis. Pero ¡ojo! este paso solo se realiza una vez por semana.

Equilibrar

Turno del tónico, el gran olvidado. Hace que nuestra piel se normalice tras la limpieza y restablezca el PH del cutis. Además, refresca, cierra poros y prepara a dermis para el siguiente paso.

Hidratar

Aplica una cantidad abundante de crema hidratante. Ayudarás a que tu piel se mantenga elástica y luzca tersa, nutrida y radiante.

Ventajas de limpiar bien la piel

1. Respira: ayudamos a que nuestro cutis sufra los mínimos efectos de la contaminación liberándola de la suciedad.

2. Antiarrugas: para mantener una piel joven tan importante es nutrirla con cremas como limpiarla.

3. Adiós impurezas: evita la aparición de acné, puntos negros o eczemas extremando sus cuidados.

4. Doble efectividad: los cosméticos aumentan sus beneficios en la piel si está limpia.

5. Luminosidad: volverás a tener un rostro radiante y lleno de vida.

Recomendaciones

1. Constancia. Crear un hábito de limpieza es fundamental para mantener un cutis sano. Si no eres constante, no notarás resultados. Limpia bien tu rostro mañana y noche.

2. Productos específicos. Utiliza solo aquellos productos que estén indicados para tu tipo de piel y aplícalos con delicadeza, nada de restregones.

3. Exfoliación moderada. Al realizar un peeling, nuestra piel se regenera. Pero no abuses porque podría dañarla, realízalo solo una o dos veces por semana.

4. Dieta saludable. Toma alimentos ricos en vitaminas, minerales y proteínas como el colágeno que aportarán a tu piel vitalidad y elasticidad.

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